L'onze Lounge Coffee en Rubí

Menú diario con muchos platos a elegir

Muy buena comida, el trato, excelente, son súper simpáticos y agradables. La comida según los platos, la decoración y el ambiente genial. Hemos repetido porque quedamos muy contentos la primera vez y volveremos a venir.

Estoy realmente sorprendido de que este lugar no tenga una calificación más alta. He estado allí para almorzar y cenar y ambas veces han sido maravillosas. La comida es excelente, el servicio es excelente, todos siempre son amables. El ambiente es exclusivo pero acogedor al mismo tiempo. Y los precios son geniales para lo que obtienes.

Buena calidad y buen precio y volveremos

Estupendo restaurante en el centro de Rubí. El trato de los/la camarera y camareros fue muy bueno,atentos y profesionales. La comida me encantó,todo muy limpio y bien presentado. En la terraza se está muy bien ahora que viene el buen tiempo.

Buena comida y servicio agradable

Un lugar fantástico, mucha caridad de tapas , variedad en la carta , un trato especial , habiente alegre , volvería con los ojos cerrados

Estuvimos hace dos semanas con mis cuñados en la terraza hacía sol y se estaba muy bien. El sitio no es muy grande pero se come muy bien. Pedimos el menú del fin de semana los primeros son para compartir y luego un segundo escoger. El fricando estaba espectacular. Mi cuñado pidió un entrecot y la carne era muy buena también pedimos costillas de cordero rebozadas que estaban súper buenas. Los postres también muy buenos, Repetiremos seguro😋😋.

Queridísimos lectores, llevo más de 20 años residiendo en el Vallés, y por fin encuentro un restaurante al que colocar por encima del malogrado Plats, que se hallaba a pocos metros de dónde se ubica éste, y por debajo del increíble Caliu del Celler. Pasen y lean, por favor; Empecemos por lo malo, pequeño, mal decorarado y mustio que es el local. Lo simplemente funcional que es su lavabo. Lo mal planteado que está su interior. ¿Culpa de los actuales propietarios o herencia de una arquitectura más amable hacia negocios de paso? No me importa, pensaréis algunos, sólamente he venido a comer, a tragar y a consumir, así que sigue hablando. Vamos a por las tres preguntas de rigor que debemos hacernos si el comer y el f$//++ son nuestros placeres de cabecera. ¿Está bueno? Mucho ¿Me gustará? Mucho ¿Es caro? Un poco. ¿Por qué está bueno? Porqué tienen producto de buena calidad y un/a cocinero/a que sabe ejecutar, que sabe lo que hace , que no se pasa en los puntos de cocción, que no refríe y que se sabe su santo oficio. ¿Por qué te gustará? Porqué si eres una persona que decide que si suelta la pasta en un restaurante lo mínimo es que sepan cocinar mejor que tu en tu propia casa, este sitio te robará el corazón y tus futuros dineros. A propósito de la pasta, ¿es caro dices? No es caro, pero no es barato. Pagas lo que se debe, ni más, ni menos y muy a gusto oye. Te vas sabiendo que repetirás. Cansado de que te estafen, habrás encontrado un oasis en un desierto repleto de ladrones de camellos, así que este se convertirá en tu harén gastronómico particular, donde los placeres más terrenales te elevaran hasta el infinito del cielo. ¿Qué tal el servicio? Pues afortunadamente, en Rubí el oficio de camarero es algo que se suele llevar con orgullo y buen hacer. Aquí no son menos, y de hecho, rizan el rizo. El servicio roza la excelencia. Los y las machacas, los y las camareras, los y las son de diez, atentos como se debe y rápidos como deberían, lo que no debería ser normal es el maître, una rara avis en lo que se refiere a geopolítica gastronómica rubinense. El maître es el arma secreta, un actor (creo yo) que interpreta perfectamente su papel. Que sabe modular su voz y relato a discreción del cliente que tenga la bondad de pasar por sus manos, sea el niño despistado que busca un lavabo en la plaza en la que se halla, o sean dos familias con veintemil niños a los que deba dar alojo pese a que se halle en déficit de tronas. Este tío daría la vuelta al mundo con un barco de vela y una tripulación y volvería cargado de oro. Le recomendaría su visita a mi madre, a mi jefe, a mi suegra, a mis futuros nietos...En fin, que si quisiera quedar bien, le daría cita con él directamente, no con el restaurante. ¡Imagínense ustedes! En definitiva, l'Onze ha sido un grato descubrimiento, uno de los sitios que merecía Rubí desde la ausencia del Plats, un lugar al que ejercer un constante peregrinaje, un sitio al que visitar antes de morir. Santigüémonos.

Fui a cenar con mi esposa, para celebrar nuestro aniversario de boda. Nos sorprendió mucho, elegimos el menú de 28€ por persona. Con opción a elegir una botella,de vino blanco o tinto o cava más, agua y café incluido en el precio del menú. Con una gran variedad de platos a elegir, y bien presentados. Fuimos atendidos por Arnau y Xavi , que en todo momento fueron muy atentos con nosotros. Cantidad, calidad y precio muy equilibrados. Seguro que volveremos y muy recomendable.