Resataurante las Manillas en Sabiote

Por el precio de la oferta que yo lo cogí, excelente

Estuvimos comiendo este fin de semana, nos dejamos recomendar y probamos las especialidades de la casa. Exquisito trato y exquisita comida.

Buen sitio para ir a desconectar y conocer la zona. Visita infaltable, el castillo de Sabiote.

Hotel Palacio muy bonito. Las habitaciones son amplias, pero muy oscuras, sobre todo las de la planta baja, que tiene una ventana pegada al techo. La cama es incómoda y la almohada. La TV muy pequeña, más pequeña que una pantalla de ordenador. Tiene calefacción y aire acondicionado El desayuno está compuesto por café y tostada.

Estuvimos de escapada en pareja en septiembre y no puede ser mas acogedor este hotel y el pueblo en sí, comimos genial, bebimos mejor y el trato y la educación de los dueños es impecable. Muy agradables y acogedores. Lo recomendamos 100 % Gracias por todo. Guadalupe y Samuel

Fuimos a comer al restaurante con una experiencia Smartbox y quedamos muy contentas. Desde el principio fueron muy educados y amables. La comida riquísima e incluso nos pusieron algo más de lo que incluía la experiencia. Respecto al sitio, es una zona muy interesante para visitar, al lado del castillo de Sabiote y la Iglesia De San Pedro y tiene aparcamientos gratuitos muy cercanos. Lo recomiendo al cien por cien.

Sabiote es un pequeño pueblo cerca de Úbeda y Baeza, bien ubicado y con algunas cosas reseñables como el Castillo Palacio que se puede visitar. El Hotel es un edificio del S.XVI bien restaurado con habitaciones rústicas que básicamente tienen todo lo necesario, quizás destacar que la tele era muy pequeña. La cama suficiente, con almohadas de recambio en el armario. El baño también de estilo rústico. Se deben poner medidas para no resbalar en el suelo de la bañera. La atención del dueño Manolo fue perfecta. Fuimos con una caja Wonderbox, para dos noches con desayunos y dos cenas. Los desayunos suficientes, y bien atendidos en la terraza superior del edificio por Manolo. Y las cenas con platos a compartir entre los dos sin que nos quedáramos con hambre. Destaco las croquetas de huevo frito, alcachofas con huevo y el flan de melocotón, pero todo rico. En resumen buena atención y ubicación con una cocina de la tierra creativa y razonable

Sitio tranquilo, el dueño nos aconsejo los platos tradicionales y fue un acierto. Precio nada caro.