Quitapesares en Sevilla

Hacia tiempo que no lo visitaba, y me habían dicho que ahora solo encontrabas turistas. No es cierto, sigue siendo un local con arte, duende y buenas tapas. Quizás no lo elegiría como primera opción para ir a cenar, pero si para tomar unos vinos, unas cañas y unas tapas.

"El Peregil", cuna de grandes personajes ilustres y llenos de autenticidad y gracia natural como Risitas, Peíto o Tito Triana, comandados por el gran Pepe y tan presentes en los tiempos del Loco, era uno de esos lugares que teníamos que visitar antes de morir y, ahora ya, podemos perecer en paz. Bajo el siempre amenazante sol veraniego hispalense, nada como resguardarse en el Quitapesares y recuperar fuerzas como Dios manda. Toda la taberna es un homenaje a su gran fundador y bien lo merece. Ambiente agradable con buenas dosis de arte y "arma". El primer asalto se saldó con dos tintos de verano con limón para refrescar el cuerpo por dentro acompañados de unos montaditos de pringá (la tapa estrella de la casa) y unas deliciosas espinacas con garbanzos. Para el segundo asalto fueron dos copas de vino de naranja (estaba tan bueno que nos llevamos una botella a casa) junto con otros montaditos esta vez de cochinito con roquefort, unos consistentes callos (menudo) y para no irnos sin probar nada del capítulo de chacinas una tapita de morcón por si nos daba anemia. Todo buenísimo. Un lugar para volver y... Volveremos.

Cumple con todo lo que ofrece… Pero se caen mal con la higiene