PUR Restaurant en Barcelona

Tratamiento inmejorable del producto de gran calidad. Cocina de sabor, lejos de las grandes elaboraciones, auténtica. Para disfrutar en la barra y observar como elaboran los platos. Espectaculares postres. Cuidada carta de vinos pero como ya es normal , precios un poco exagerados. Servicio excelente.

Tenía muchas ganas de amar este lugar. Estábamos tratando de tener una comida muy buena durante nuestro viaje a Barcelona y Pur fracasó. Ambos postres eran geniales, pero el bistec estaba poco cocido para los dos y el servicio de vino era horrible. Los otros elementos del menú de degustación que probamos estaban muy intermedios. El lugar también estaba vacío, a pesar de que era martes por la noche; es un poco de mala educación cuando limpian el lugar para irse a casa (es decir, guardan el pescado de exhibición para pasar la noche, fregan las encimeras) antes de que termine la comida. Al comienzo de nuestra comida, preguntamos sobre el maridaje de vinos y dijeron que serían 100 € por persona (el menú de degustación que teníamos costaba 129 € por la comida en sí), PERO se negaron a proporcionar ningún detalle sobre qué vinos vendrían con el maridaje y estaban abiertamente molestos por la pregunta. Cuando pedimos una botella de champán, no probaron para asegurarse de que fuera una buena botella. Nunca he estado en NINGÚN restaurante que no haya logrado esto, y mucho menos en uno muy exclusivo de la guía Michelin. Hubo algunos aspectos destacados: nuevamente, ambos postres fueron excelentes. La mayoría de los camareros (no todos) fueron muy amables, profesionales y atentos. Aparte de eso, este lugar es una pasada. No volvería.

Mariscos excelentes, en general toda la experiencia ha sido fantástica, muy recomendable!

Sin palabras. Experiencia única. Comida y servicio excelente. He ido varias veces y siempre es espectacular. El servicio es inmejorable: atentos, pendientes de que todo esté a tu agrado y asesorando qué pedir según tus gustos. La calidad de la comida de 10, buenísimo y sorprendente. El chef muy agradable y pendiente también del servicio y el cliente. ¡Merece la pena pagar por esta experiencia!

Uno de los mejores restaurantes de Barcelona. La calidad de la materia prima es máxima

Una completa decepción, inesperado en un restaurante de Nando Jubany (hemos estado en otro y nos gustó mucho). Precio por persona de 140 € (bebimos cerveza), pero comida no destacó en absoluto. Uno de los platos, el foie, resultó ser como hígado crudo y no me lo comí. Lo lógico era esperar que, al ver mi plato sin tocar, me ofrecieran algo a cambio. Pues nada, ni pestañearon. Hubo otro caso similar con un plato para el que, creo, no estuvieron a la altura de un menú de ese precio. No hace falta que me esperen una segunda vez.

Hemos disfrutado de una experiencia inmejorable, combinación de sabores perfecto, entra por los ojos la presentación, todo servido por mokt buenos profesionales, volveremos

Una gran experiencia. Ya desde el inicio, todo acompaña para una comida ideal. Hicimos el menú degustación con seis platos muy equilibrados. Los destacados, en mi opinión, la sobrasada con el panal, la cigala abierta con su jugo, la costilla de vaca vieja y el postre, un magnífico pastel de queso que se deshacía en la boca y tenía sabores potentes y conectados. Finalmente, el postre “cítrico”, con un falso limón relleno de mousse, con menta y albahaca. Una nota más: casi toda la atención fue en catalán, entre ellos los camareros hablaban catalán. Algo que le ayuda a subir la nota teniendo en cuenta la ubicación y la internacionalidad.

Uno de los mejores restaurantes de Barcelona, ​​y un servicio que le acompaña a la perfección. Nos recibieron con un pan buenísimo y una tostada de tomate con calçots y romesco. Los carrizos estaban brutales, muy recomendados. La sobrasada, como siempre, muy buena. Y para mí, el mejor plato: los guisantes de lágrima con alpargatas y barriguita ibérica. De segundo, hicimos el bogavante en la Formentera, que lleva sobrasada y estaba muy bueno. También probamos el solomillo, que nos gustó mucho, y el steak tartare, que no nos acabó de gustar. ¡Las patatas que acompañaban al cordero estaban súper buenas! De postre, las fresas con nata y un flan, que es lo mejor que me he comido nunca. ¡Volveremos seguro!

Un lugar increíble y lo más importante es un excelente servicio. Se las arreglaron para sentarnos a 4 el sábado sin reservas. Sí, teníamos un límite de tiempo, pero aun así sucedió. Equipo muy atento, buena cubertería, comida sabrosa y de muy buena pinta, todo producto de calidad. Definitivamente nos retiraremos aquí por más. ¡Sigan así muchachos y deseo que pronto obtengan una estrella! ⭐️