Pulperia Narcea en Santa Pola

Encontramos este restaurante por casualidad y fue todo un acierto. La calidad de la comida es excelente. Destacar la atención y trato cercano pero respetuoso que tuvo el camarero (Cristian) que nos atendió durante la cena. Escogimos los platos que nos recomendó y fue una gran elección, estaba todo buenísimo. Sin duda un sitio que si bien no es barato, merece la pena calidad precio si quieres comer algo de calidad y recibir una buena atención.

Espectacular, hacia tiempo que no volvía aqui. Sigue todo igual, con la calidad de siempre.

El pulpo a la Gallega muy bueno, pero lo mejor la carne villagodio un corte de carne de vacuno, estábamos recién llegados de Asturias y Galicia, y no nos decepcionó. Fuimos recomendados por unos amigos y todo de 10.

Para repetir. Todo como se esperaba, la quisquilla y el pulpo, mut frescos y la carne se derretia en el cuchillo. 100% recomendable.

La comida es un poema. Pero la barrera del sonido está rota. Los gritos molestos de las españolas son abrumadores. Simplemente demasiado fuertes. Recomiendo usar un megáfono para comunicarse. Ya no se entiende nada. Por eso, el restaurante solo es adecuado si no eres nada sensible al ruido. Creo que está completamente mal. Necesita una alfombra. Al menos un suelo de madera y divisiones. Los españoles son muy desconsiderados.

Los precios de Pulpería Narcea en Santa Pola me parecen totalmente injustificados. Ni la calidad de las materias primas (en general buena, pero nada excepcional), ni la localización —tradicional y sin ningún lujo—, ni sobre todo la cocina, con CERO creatividad, justifican lo que se paga. Da la impresión de ser un lugar al que se va a comer y pagar carísimo solo para demostrar a uno mismo y a los demás que se es adinerado. Un ejemplo claro: los calamares a la romana, a 18 euros, estaban evidentemente recalentados y no fritos en el momento. El queso se presentó como en una simple tapería popular, lo mismo que las guarniciones. La tarta de Santiago incluso llegó sin el azúcar en la decoración. Todo ello en un ambiente un tanto presuntuoso, más propio de nuevos ricos que de un restaurante con auténtica personalidad. En Santa Pola hay opciones mucho mejores, con mejor relación calidad-precio y sin esa pretensión innecesaria.

Bacalao y chuleton de primera, rápidos en servir, camareros serios pero profesionales, buena relación calidad/precios. Clientes de clase media/alta.

¡Excelente comida y servicio! Salí muy contento.

Sin duda el mejor restaurante de Santa Pola con un producto difícil de superar y un servicio amable prudente y rápido. Volveremos a ir una y otra vez…Felicidades

Hemos venido varias veces, siempre excelente! Productos de gran calidad y unos profesionales de hostelería muy amables y profesionales! Recomendable 100%.