Prodigi Restaurant en Barcelona

Prodigi es un restaurante con una oferta gastronómica interesante. Un tanto diferente, comida con toques de autor y mezcla de culturas gastronómicas. Hay fusión de sabores. Cenamos el menú degustación de 90€ por persona. El sumiller nos recomendó un vino después de explicarle nuestros gustos y acertó con la propuesta y tampoco fue descabellada. Pagamos por la botella 35€. El menú es completo, la puesta en escena es buena si ser demasiado extravagante aunque con puntos sorprendentes. El local esta bien ambientado y cuidado. El servicio fue atento, quizás mejoraría la imagen de los mismos y que hablasen catalán.

Platos exquisitos y creativos, y personal profesional. Recibí toda la atención necesaria tras sufrir una reacción alérgica inesperada a los piñones (¡cuidado si eres propenso a las alergias a los frutos secos!).

Muy buena relación calidad/precio. Pedimos a la carta ya que alguna de las carnes que ofrecian en el menú degustación no las comemos y nos gustó todo. Por ser un estrella michelin no se exceden ni en precio ni en formalismos y se agradece. Nos encantó el trato y el servicio. Volveremos

Hoy celebramos nuestro 30 aniversario de bodas en Prodigi el restaurante del chef Jordi Tarré, y fue una experiencia inolvidable. Elegimos el menú degustación, que fue simplemente espectacular: un verdadero desfile de arte comestible. Cada plato nos sorprendió con sabores nuevos, creativos y exquisitos. Fue un viaje sensorial tanto para la vista como para el paladar. Lo más especial llegó al final, cuando tuvimos la oportunidad de entrar a la cocina y ver al equipo en acción, justo en el lugar donde se crea la magia. Fue un detalle único que cerró con broche de oro un día lleno de emociones y sabores que recordaremos siempre.

Muy recomendable. Ambiente sencillo y cuidado. Platos trabajados con sabores interesantes y el servicio de Claudia y Max fue delicado, atento y que elevan la experiencia con sus explicaciones.

Pedimos el menú degustación de medio día y estaba rico pero para ser un restaurante con estrella Michelín me esperaba más explosión de sabor, innovación y variedad. Me desilusionó un poco. El personal es muy amable lo único q se apresuran en retirar el plato, todavía no había cruzado los cubiertos ni terminado el pan y se lo llevaron. Repito no está mal el sitio pero no es nada Wow Reserva obligatoria, aseos limpios y completos

Comida respectacular Servicio inmejorable

El menú degustación con maridaje nos sorprendió muy positivamente. Todos los platos muy buenos en general y varios de ellos nos sorprendieron con sus combinaciones de sabores. El maridaje nos pareció también muy acertado, todos las copas con su explicación y motivo por el cual combinaban con los platos. El chef Jordi también se presentó y nos sirvió un par de platos, lo cual también es un detalle. En general, la relación calidad/precio nos pareció buena y, teniendo en cuenta que cambian prácticamente todo el menú cada 3 meses, no descartamos repetir en el futuro.

Maravilloso lugar para almorzar o cenar en un ambiente agradable con muy alta calidad. Los precios son razonables y el servicio es realmente excelente.

Siempre, por navidades, solemos hacer una comida en familia "especial", fuera de los días señalados. Este año optamos por probar este restaurante, que acaba de estrenar su primera estrella Michelin. En general, muy bien. No le pongo un "excelente" porque siempre se puede mejorar. Todos los platos muy ricos y bien servidos. El chef recomendaba añadir trufa negra "Tuber melanosporum" a dos de los platos, y seguimos su consejo. De hecho, esos dos platos, fueron los mejores. Atención del personal correcta, aunque debe mejorar un poco si quiere obtener la 2a estrella. Volveremos para probar el menú diario, de lunes a viernes, a 35 €, precio más que ajustado para un restaurante de esa categoría.