Posada mayor de Miguiloa en Laguardia

Fuimos al restaurante y nos atendió el dueño y otra amable camarera. La comida estaba deliciosa, al igual que el vino. Después, el dueño nos enseñó la bodega para ver dónde se guarda el vino y nos contó un poco sobre su familia y su historia.

Un restaurante estupendo. La carne de una calidad exquisita y el trato maravilloso. El sitio es super acogedor. Todos los trabajadores maravillosos, desde el dueño que se acercó a preguntarnos cómo habíamos comido, hasta el chico que nos enseñó las bodegas y las camareras que nos atendieron. Muy recomendable.

Restaurante excelente. No puedo hablar del Hotel como alojamiento, ya que solo fuimos a comer al restaurante, no obstante indicaré que la entrada al Hotel y acceso al restaurante es muy bonita y causa mucho interés en los turistas, ya que paran a fotografiarla de propio. El establecimiento de estilo clásico con toques rústicos está muy cuidado y resulta muy acogedor. La atención que recibimos fue impecable desde nada más entrar. Todo el personal es súper amable y te atienden con una sonrisa muy cercana. Te aconsejan muy bien tanto de cantidades, como del estilo de cocinar que tienen. Nosotros pedimos unos entrantes para compartir. Destaco el revuelto de setas y los gambones. La carne espectacular, de gran sabor y muy tierna. Pedimos de acompañamiento unas patatas fritas hechas con estilo casero, muy buenas. Mención especial los postres. Su tarta de queso merece una mención especial, ligera y de un sabor muy cuidado. En lo que se refiere a vinos, tienen de bodega propia que probamos aprovechando la ocasión y no defraudaron. Probamos el G de Jaime y nos pareció un buen vino, sin ser de precio elevado. Por poner una pega, no tienen pan sin gluten. Controlan y conocen las medidas a tomar, incluso asesorando perfectamente, pero se echa de menos, sobre todo al comer los revueltos y la morcilla. Por lo demás, repetiríamos sin dudarlo!

Fuimos a comer al restaurante a las 16.00 h y a pesar de la hora nos atendieron con una sonrisa y con una atención impecable. Javier el dueño y su equipo nos enseñaron la bodega privada y merece la pena visitarla. El vino excepcional y la comida de muy buena calidad. Recomendable.

Comida realmente buena. El bistec estaba increíble. El dueño nos contó la historia del edificio (muy antiguo) y nos llevó a su bodega para un breve recorrido.

Estábamos encantados de haber elegido este lugar. Fue perfecto. Entrar al edificio fue impresionante, histórico y hermoso. Recibimos una cálida bienvenida del encantador propietario, Javier. Fue un placer hablar con él durante toda nuestra estancia. Nos encantó nuestra habitación y el desayuno, presentado con mucho esmero en nuestra mesa a la mañana siguiente (una gran selección de frutas, bebidas, quesos locales, embutidos, etc.). También cenamos en su restaurante y fue fabuloso. La encantadora señora que nos atendió nos dio mucha información y nos ayudó mucho a elegir del menú y de la carta de vinos de su propia bodega. Fue la mejor cena y el mejor vino que probamos en todo nuestro viaje. Gracias al encantador Yousef (espero haberlo escrito bien), quien amablemente nos ofreció una visita a la bodega de la planta baja (¡También gracias por tu paciencia con nuestros intentos de hablar francés con acento irlandés!). Su entusiasmo y pasión por su trabajo fueron maravillosos. Este es un negocio familiar generacional con un personal increíble. Se nota que todos trabajan muy duro para mantener este lugar tan exitoso y especial. Esperamos volver a visitarlos pronto. Gracias, chicos.

Estuvimos en el restaurante, cenando , nos atendió la mujer de Javier muy atenta y nos recomendó muy bien, todo buenísimo , al acabar Javier nos enseñó su bodega una maravilla , ha sido todo un placer , volvernos con amigos. PD: Los de Vic que viven en Madrid y van a Santander jajaj

Un lugar fantástico, comida fantástica y... un servicio fantástico. Volveremos.

Fue una escapada de hermanas que tuvo como broche final aparecer por casualidad en el Mesón Mayor de Migueloa. Comimos del 10. Estaba todo riquísimo y el trato fue espectacular. Volveremos.

Espectacular fin de semana en el Hotel bodega Mayor de Migueloa,buena gastronomía con una carne,un rodaballo y unas patatas a la riojana de sobresaliente,una cata de vinos espectacular,con una gran explicación de los distintos vinos que allí producen,una habitación de ensueño donde he desconectado muchísimo y una grandísima atención por parte de Javier,rose,Raquel,youssef y seguro que me dejó alguien,que me han echo sentirme como en mi casa, recomiendo un finde así mínimo una vez al año, muchas gracias espero volver muy pronto.