Poemas by hermanos Padrón en Las Palmas de Gran Canaria

Este restaurante y su chef hacen honor a su estrella Michelin, sin duda. El sumiller es excelente y el maridaje de vinos, fantástico, con una clara preferencia por los vinos de Costa Rica. El personal, por lo demás, es un poco distante. En general, el lugar es algo más tradicional y conservador que su restaurante hermano, Muxgo, ubicado en el mismo recinto. Sin embargo, la comida es una inteligente fusión de influencias francesas, españolas peninsulares y canarias. Disfrutamos mucho de la velada. La mayoría de los comensales eran huéspedes del hotel esa noche (un jueves).

Restaurante con un respeto impecable por el producto y un servicio excelente. Presenta una propuesta gastronómica muy interesante, con raíces en la cocina tradicional canaria pero con un toque moderno y combinaciones de sabores muy equilibradas y acertadas. Ofrecen dos menús degustación, ambos centrados en un producto de gran calidad con guiños autóctonos. Yo opté por el menú largo y, si tuviera que destacar algo, serían sin duda los platos de marisco: el rulo de quisquilla, uno de los mejores bocados de la noche; la tartaleta de bogavante, realmente deliciosa; y el bogavante con palo cortado, con un sabor a bogavante espectacular. Fuera del marisco, todos los platos estuvieron también a gran nivel. La sopa de cebolla con buñuelo de queso fue una magnífica reinterpretación de un clásico, y los tomates encurtidos con pil pil de bacalao, muy bien maridados con un bloody mary, resultaron especialmente interesantes. Además del menú, ofrecen la posibilidad de añadir una degustación de quesos, con cinco opciones a elegir entre una amplia variedad. El camarero me hizo una recomendación muy acertada, equilibrando quesos fuertes con otros autóctonos muy destacables. Los postres estuvieron a la altura: creativos, sabrosos y con un cierre perfecto gracias a una excelente y variada selección de petits fours.

Tuvimos una celebración especial y este fue el sitio que elegimos. Fue sin duda un acierto, el trato fue exquisito, el servicio súper atento, la comida de 10! Me encantaron los platos de bogavante, la reinterpretación de la sopa de cebolla, a mi marido le encantó el turrón de morcilla. El que menos nos gustó fue el segundo pase del postre. Elegimos el menú largo y nos dejamos asesorar con los vinos, el sumiller nos hizo una selección de vinos por copa que nos gustó mucho. Lo recomiendo!!!

Tenía muchas ganas de probar este restaurante antes de irme de Gran Canaria. Es mi última cena aquí, pero estoy bastante decepcionado. La comida está bien, pero no es digna de una estrella Michelin. Solo el pichón me gustó. No esperé al postre porque estaba demasiado cansado. En resumen, no lo recomiendo…

¡Recomendabilisísima opción para probar algo diferente! Ambiente acogedor en un hotel emblemático de Las Palmas y personal muy profesional. Pedimos el menú más amplio y la verdad que nos gustó mucho. Sabores,texturas...y una buena explicación de los ingredientes asi como de la recomendación del chef del orden a seguir con los plato hizo la velada muy amena e interesante.

Muy buen restaurante con un personal amable. A veces el ritmo entre platos era un poco irregular, pero en general, ¡una experiencia genial!

Excelente lugar para ir a degustar la comida canaria con un toque moderno. Ambiente tranquilo y personal muy amable. Tomamos el menú Poemas, a destacar sobre todo la tartaleta de bogavante y también nos gustaron mucho la quisquilla y la tartaleta de carne madura, aunque todo estaba delicioso y con una excelente presentación. Probamos un vino malvasía volcánica (Tamerán) de Gran Canaria que nos encantó. Lugar muy recomendable.

Una experiencia gastronómica estupenda. Como persona que trabaja en este mundillo y a la que le gusta disfrutar de este tipo de experiencias de alta cocina, tengo que decir que el menú largo de Poemas está en mi top 5 sin duda alguna. Destacó la simpatía y atención de Santiago. Dadle un bonus YA.

¡Guau! Como amante de la gastronomía neoyorquina, quedé impresionado con esta increíble cena. Platos excelentes y presentados con esmero, servicio profesional y un ambiente encantador en este pequeño restaurante. Vale cada centavo.

No es solo un restaurante, sino una puesta en escena donde cada plato narra una historia. Con una cocina que mezcla técnica impecable y sensibilidad estética, ofrece una experiencia sensorial que va más allá del gusto: sorprende, emociona y deja huella. Es el tipo de lugar al que se va una vez… y se quiere volver. Perfecto para quienes disfrutan de la alta cocina como un arte, donde cada detalle desde el emplatado hasta la música de fondo suma a una velada especial. Ideal para celebraciones, aniversarios el mío fue ahí, y será un recuerdo inolvidable para ambos.