10/02/2024: Hemos estado de cena y disfrutado de un excelente trato, dispensado por Juan, mientras nos deleitamos con unos magníficos entrantes y seguido por una buena fuente surtida de carnes a la brasa.
12/01/2024: En dos visitas, una para cenar y otra para comer, tuvimos experiencias contrastantes en este establecimiento. Durante la cena, disfrutamos de una variada selección de tapas, aunque los mejillones rellenos decepcionaron por la escasa presencia de mejillones y la abundancia de bechamel. La parrillada de pescado como plato principal destacó por su sabor excepcional, acompañada de un servicio atento y rápido.
Decidimos regresar para probar el aclamado arroz con bogavante, recibiendo recomendaciones de entradas que incluyeron cigalas con ajos, sabrosas aunque pequeñas. Sin embargo, la experiencia se vio empañada por la discordia entre el dueño y la dueña, y la atención disminuyó cuando llegó otra mesa.
El arroz con bogavante resultó una decepción, con escaso sabor y una textura insípida. El servicio se hizo más lento, y el postre, aunque la tarta de manzana cumplió con las expectativas, la tarta de queso no destacó. Las tarifas por elementos básicos, como 5 € por un agua y 1.5 € por persona por pan de baja calidad sin tostar, se sumaron a la impresión general de precios excesivos.
Además, la ubicación con caminos en mal estado y la falta de comodidades, como sombra adecuada al medio día, afectaron negativamente la experiencia. En resumen, altibajos en la calidad, servicio y ambiente hacen que este restaurante no justifique sus tarifas elevadas.