Este bar de bocadillos es el superhéroe no reconocido de la zona de fiesta. Mientras todo el mundo está ocupadísimo con sus copas y sus dramas, tú te escapas a este rincón de felicidad y buen comer. Los bocadillos son tan buenos que podrías casarte con ellos, si no fuera porque te miran raro. Y el personal, ¡es más amable que tu abuela en Navidad! Si estás por la zona, corre (literalmente) a por un bocata, porque esto es el paraíso para tu estómago.