El servicio es muy profesional, y el café y las pastas son buenísimos, pero no es un lugar para pedirse un té.
No tiene sentido que la comida, el local y los trabajadores sean de 10, y el té sea un Pompadour de Supermercado (y no es una exageración: el té negro que me sirvieron por 2,30€ era un Pompadour Classic que se encuentra en cualquier súper).