Pazo de Lestrove en Padrón

Un pazo con mucho encanto y de gran categoría

Un poco apartado del Camino y del pueblo, pero un lugar histórico que merece la pena. Las habitaciones daban la sensación de estar en un castillo, pero modernas y limpias. Amplios jardines para pasear y piscina.

A casi un kilómetro del Camino de Santiago, pero la verdad es que vale la pena el paseo. Este hotel es PRECIOSO. Es un pazo remodelado con paredes de piedra y se esforzaron mucho para que las habitaciones fueran cómodas, manteniendo una estética específica (la de la nobleza gallega de antaño). Incluso tienen su propio hórreo, y la fuente del patio es antigua (estoy bastante seguro de que mis antepasados ​​aún estaban colonizados por los españoles cuando se construyó). Salimos del hotel a las 4 de la mañana para el último tramo del Camino (de Padrón a Santiago). El personal nos preparó muy amablemente almuerzos para llevar a petición nuestra: yogur, zumo de naranja, un sándwich, una manzana y agua embotellada. Los comimos por el camino, lo cual fue una gran ayuda porque todavía no había cafeterías abiertas.

¡Qué hotel tan bonito, ideal para peregrinos después de una caminata de 20 km desde Caldas de Reis hasta Padrón...! Eso sí, ojo, solo 1 km hasta el hotel. Merece la pena si no quieres un restaurante cerca. No hay nada a esta orilla del río, ¡pero qué alojamiento tan fantástico!

He tenido la maravillosa oportunidad de celebrar mi aniversario de boda en este Pazo tan emblemático este agosto 2025. Desde la primera visita (Adrián nos mostró el Pazo e informó de su historia) hasta el día de la celebracion, bajo la supervision de la más encantadora relaciones publicas que he conocido a lo largo de mi vida, Isa Castaño, pasando por un mini tour del Pazo y capilla realizado muy amablemente por Diana al dia siguiente para mostrar a mis hijas parte de las raices de sus orígenes; todo ha sido excepcional. La profesionalidad demostrada y la tranquilidad que transmiten en esos momentos de estrés es muy apreciada. Nada supusó un problema y para todo había soluciones. No sólo el Pazo de Lestrove está lleno de historia; el menú servido fue exquisito, la decoración elegante, y el sevicio de los camareros bajo la dirección del metre Rául, impecable. Desde Londres, quiero enviar un millón de gracias a Isa Castaño y su equipo por haber hecho posible que el evento celebrado el 16 de Agosto fuese un éxito total y nos permitiese, a mis invitados, a mi marido, a mis hijas y a mi tener un díá maravilloso. No podríá estar más orgullosa de mis orígenes, Galicia.

Alojamiento fabuloso. Edificio histórico bellamente restaurado, muy limpio, cómodo y espacioso, con un personal encantador, un excelente restaurante, bar, una gran piscina y un jardín amplio y encantador. Pasé una noche haciendo el Camino de Santiago y me encantó: me relajé, nadé en la piscina y disfruté de una cena deliciosa.

Nos alojamos en el Pazo de Lestrove durante nuestro Camino y fue una experiencia maravillosa. El hotel está lleno de historia, con tranquilos jardines y un ambiente sereno, pero también ofrece comodidad. Las camas y la ropa de cama eran comodísimas, justo lo que necesitan los peregrinos cansados ​​después de largos días de caminata. Apreciamos especialmente la opción de servicios de masaje personalizados en nuestra propia habitación, lo que hizo que la estancia fuera aún más especial. Sin embargo, lo que más destacó fue el personal. Todos los que conocimos fueron cálidos, serviciales y acogedores, lo que realmente elevó nuestra experiencia. Este es un refugio hermoso y relajante que recomiendo encarecidamente a cualquier peregrino o viajero que busque comodidad, historia y un servicio excelente.

Celebramos la comunión de nuestra hija. Desde el principio un tracto excelente, el lugar precioso la comida riquísima, y todo momento atento a cualquier detalle. Gracias Isa y su gran equipo

Un pazo precioso ,cómodo ,lugar ideal que invita al descanso . Pero la experiencia en el desayuno me defraudó totalmente !!! Tiene dos comedores separados ,el bufet está al fondo de uno de ellos ,una sola tostadora ,una solo máquina café y lo que más me extrañó ,UNA SOLA PERSONA atendiendo el bufet ,para reponer ,atender peticiones de clientes . A las 8 mañana es hora punta del desayuno ,ya que este alojamiento está muy solicitado por peregrinos ,esta en el camino De Santiago. Esto supuso un cierto caos , las mesas no están totalmente puestas ,tienes que buscar ,platos ,cubiertos ,etc … a su vez las mesas una vez utilizadas se quedan sin recoger ,lo cual resulta bastante desagradable desayunar rodeada de mesas con restos . Creo que un alojamiento de esta categoría ,debe primar el servicio al cliente por encima de la rentabilidad del servicio . Resaltar el trato profesional al y amable por parte de la persona que nos atendió en el desayuno, hacía lo que podía .

Celebramos la comunión de mi hija el 17 de mayo, y todo fue fantástico. Muy recomendable. Tanto la atención de Isa como del resto de trabajadores ha sido espectacular.