Paz y pan en Sotosalbos

Solo puedo dar mis felicitaciones a las maravillas que crean.

Un restaurante muy coqueto y romántico . La comida excelente ,tanto la camarera como el dueño super serviciales . Si tengo que poner un pero , que el estaba solo en la cocina y tenía que salir a servír mesas y la camarera estaba sola . Osea dos pérsonás para tódo él restáúrante .

Cocina libanesa y segoviana. De los mejores restaurantes, me encanta. El cocinero y su hermana son increíbles, me encanta como te atienden y la comida es espectacular

Muy buena cocina, la comida es deliciosa. Nos atendieron bien y rápido y en las mesas de fuera el entorno estaba precioso. Volveremos

Súper rico todo (El Amadeus me ha encantado) y el trato muy bueno

Experiencia top y de cocina diferente, fuimos hace tiempo y ya no me acuerdo de los nombres de los platos. Pero es de estos sitios donde el camarero te aconseja (y bien) a la hora de pedir, así que mi consejo es que le hagáis caso y probéis lo que os dice. Si vuelvo por ahí seguramente repetiré.

Sitio especial,comida espectacular cocinada por el chef waell osea todo de 10👌👌

Sitio con mucho encanto. Cocina innovadora, todo está muy rico, la atención es muy buena y el personal muy amable.

Uno de esos sitios mágicos que descubres por pura casualidad. De momento solo puedo hablar del servicio de cafetería ( con un brownie especial, porque me gustó mucho cuando normalmente.no es mi postre favorito) del ambiente, del entorno y del personal, todo merecedor de un 12 sobre 10. Deseando tener la oportunidad de reservar para comer.

Lo encontramos de casualidad, veníamos buscando un antiguo asador y entramos para preguntar si se podía comer, ya que íbamos sin reserva. Nos dijeron que sin problema y pedimos una consumición en la barra. Con la consumición nos obsequiaron con dos aperitivos, una papas arrugas con mojo rojo y su especialidad el Nabuco, un palto inspirado en la cocina libanesa, nos encantaron los dos. Pasamos a la mesa y pedimos para compartir un paté se berenjena, espectacular, un tartar de salmón, ya que el chef nos indicó que había tenido un restaurante de inspiración japonesa en Segovia y seguro que lo haría bien, y por último un solomillo de ternera al punto y efectivamente llegó al punto. Si tuviera que ponerle una pega, podría hacerlo, pero no os diré en qué aspecto para que vayáis y comprobéis que lo han solucionado, dado que me dijeron que fue por un tema de tiempos. Pero no tiene la menor importancia. Los postres, caseros y de ascendencia libanesa también, pero haciendo una fusión con la tradición española. El precio, correcto. Francamente un lugar muy recomendable y al que sin duda volveremos.