Celebramos una comunión familiar en Patxikuenea y fue todo un acierto. La comida fue espectacular desde el principio hasta el final: el jamón, el foie, el rape, la txuleta... todo de primera calidad y servido en su punto. El vino acompañó a la perfección, y la atención del personal fue impecable, siempre atentos y amables. Los niños disfrutaron a tope jugando al fútbol en el campo, lo que nos permitió a los mayores relajarnos y disfrutar aún más. Rematamos la jornada con música en la carpa, creando un ambiente festivo y entrañable. Una experiencia redonda, muy completa y absolutamente recomendable. ¡Volveremos!