Parador de Ubeda en Úbeda

Bonito lugar donde tomar un refrigerio y disfrutar de sus salones. Buen servicio y precios normales de las municiones en su entorno

El Parador de Úbeda merece una visita, tanto por su ubicación en una ciudad con un patrimonio extraordinario, como por la calidad de sus habitaciones, su gastronomía y, como en todos los paradores, la amabilidad y la atención del personal. Como casi siempre, al llegar al parador, uno se siente más acogido como un huésped esperado que como un cliente más. En este sentido, cabe destacar la gran acogida y profesionalidad del encargado de recepción, el Sr. José Camara. Él, a pesar de las reducciones de personal que llevan más de 20 años en vigor en la cadena Paradores, tuvo tiempo para ayudarnos con nuestro equipaje. Merece especialmente nuestro agradecimiento por su disponibilidad. La suite con vistas al patio es muy agradable y está equipada con todas las comodidades. Por último, la gastronomía del parador, especialmente los platos regionales, es de excelente calidad.

Hospedarse en palacio renacentista es todo un plus en un viaje de placer o negocios.

En pleno casco histórico de una ciudad que es patrimonio de la humanidad, espectacular

Lastima que las obras no dejen disfrutar al completo de la maravilla del edificio, pero tanto el personal como el restaurante y la ubicación lo suplen con creces,

Lo mejor de este parador es el silencio y la tranquilidad de las habitaciones no se escucha un ruido de nada. Lo malo si vas con coche es aparcar, zona peatonal y el aparcamiento que hay a unos 200 metros suele estar lleno a determinadas horas por los bares de la zona. Servicio muy atento y el hotel cuenta con todo lo necesario para una cómoda estancia.

Como muchos paradores, lamentablemente, necesita una reforma interior. El servicio de restauración es flojo y lento. La localización es muy buena.

Hablo desde el punto de vista del restaurante, ya que fuimos a probarlo. Y sin duda, uno de los mejores sitios para comer en Úbeda. Qué maravilla! Un servicio excelente, atentos, amables, entregados… Con respecto a la carta, disponen de una amplia variedad y alimentos de cercanía destacando el AOVE. Pedimos un par de entrantes para compartir, paté y pulpo. A cada cual más bueno! Los platos principales estaban todos buenísimos y abundantes. Y los postres caseros nos encantaron, no podían faltar el tocinillo de cielo ni la tarta de queso, y ambos estaban buenísimos. Ha sido una completa experiencia gastronómica que seguramente repitamos a menudo.

Úbeda es encantadora. Si puedes darte el lujo de almorzar en el restaurante del Parador no lo dudes. Quedarás muy satisfecho!

Muy bien situado en zona peatonal y muy tranquilo, la comida era buena y lo mejor el personal, todos muy amables y atentos