Parador de Turismo de Cruz de Tejeda. Restaurante Roque Nublo en Vega de San Mateo

Que maravilla de sitio. No lo había visto después de la última reforma. Estar ballandote en la piscina viendo el Roque Nublo y el Teide no tiene precio. Extraordinario!!!!!!!!

He ido hace dos semanas y me ha encantado me he quedado 7 noches 5 noches en la habitación 207 y dos noches en la 502. Me encantó la comida gastronomía de altísima calidad el que mejor nos acogió en el restaurante fue Eusebio hasta es más el me regaló una botella de Fanta cuando terminé de almorzar en una ocasión y el spa es una delicia he probado todo lo del spa y lo más que me ha gustado fueron los masajes una delicia le pongo de nota un 9. RECOMENDADÍSIMOOOOOOOOOO.

Precio razonable para una ubicación increíble.

Estancia variada. Vistas excepcionales, ubicación ideal, habitaciones espaciosas y un desayuno muy bueno. Por desgracia, eso no es todo... Sábanas manchadas, cena bastante regular en el restaurante (70 % de grasa en la carne, muy poco para comer), y cuando lo comenté, el camarero no pareció receptivo ni se disculpó, simplemente dijo "vale" para indicar su total desinterés. El servicio de recepción es frío, grosero (risas entre compañeros cuando intentas entender la cuenta al pagar) y muy poco profesional. A pesar de su majestuoso entorno, este establecimiento fue la mayor decepción de nuestra estancia.

Nos quedamos solo una noche en el Parador de Tejeda para celebrar nuestro aniversario. La habitación estaba muy limpia, el minibar completo aunque con precios algo altos, y el aire acondicionado funcionaba perfectamente. También disfrutamos del spa, que aunque es pequeño está bien equipado con lo necesario; nos dieron albornoz y toalla y pudimos relajarnos bastante. Lo que más queremos destacar es la atención en el restaurante por parte de Don Eusebio Hernández. Desde el primer momento fue amable y educado, nos ofreció mesa tanto dentro como fuera y decidimos sentarnos en la terraza. Nos entregó la carta de comidas y vinos y nos ayudó a elegir: yo prefiero vino blanco y mi pareja vino tinto, y sus recomendaciones fueron un acierto total. El pan con aceite estaba buenísimo, mi pareja eligió pan clásico y yo uno de pasas que me encantó. Para la cena nos ayudó a decidir entre varios platos y no falló: mi pareja tomó un lomo alto de ternera muy sabroso y yo un arroz caldoso con chocos y verduras que estaba exquisito. Para terminar compartimos un mousse de fresa de Valsequillo con galletas de Bandama, delicioso y muy bien presentado. Durante toda la cena Eusebio estuvo pendiente de nosotros, siempre servicial, educado y cercano. Sin duda le damos un 10. Al día siguiente fuimos a desayunar. No había muchísima variedad de alimentos, pero lo que había estaba bueno y el personal nos atendió muy bien.

Excepcional y sólo para adultos, magnífico, no se lo pierda bajo ningún concepto.

Me alojé aquí dos noches y quedé muy satisfecho con la limpieza, las bonitas y amplias habitaciones, la tranquilidad y el silencio, la amabilidad del personal y la calidad de la comida. ¡Genial! Sin embargo, las vistas desde la habitación habrían sido aún mejores si no hubiera desaparecido la vegetación de los alrededores. Sin embargo, tengo dos comentarios: -El tiempo de uso del SPA es muy corto para relajarse realmente, sería mejor que fuera de dos horas para no tener que estar mirando constantemente el reloj. ¿O no sería posible acceder dos veces al día por el mismo precio, por ejemplo, una vez por la mañana y otra más tarde? -La habitación estaba muy bien mantenida, pero sería mejor esperar a que el huésped se haya ido por completo para retirar todo de las mesas y armarios. Dejé a propósito una botella vacía pequeña para que no se retirara. -La habitación estaba muy bien cuidada, pero sería mejor esperar a que el huésped se haya ido por completo para recoger todo de las mesas y los armarios. Dejé a propósito una pequeña botella de agua vacía para rellenarla para la siguiente caminata y había desaparecido, al igual que la mitad de un bocadillo que quería usar más tarde.

Este hotel tiene una ubicación increíble. Vista panorámica, habitación espaciosa con terraza y un excelente restaurante bistró. El personal fue impecable. ¡Muy recomendable! Es una pena que no haya piscina gratuita.

No tuvieron en cuenta, para nada, mi petición de que fuera una mesa en, o cerca de las ventanas pero nada más lejos de mis deseos, nos dieron una mesa en la última línea de mesas, que eran las que estaban más alejadas de las ventanas. Celebrábamos un aniversario muy importante y quedó bastante deslucido. Yo, personalmente , estoy muy decepcionada. De resto, creo que a nivel del servicio, ha empeorado en los últimos años, obviamente, no es la primera vez que iba. En cuanto a la comida aceptable pero el toque de sal mejorable. Por tanto, actualmente, no lo recomendaría.

El entorno es realmente maravilloso. La comida en general muy buena. Tienen también un menú para niños muy variado y a buen precio.