Parador de Teruel en Teruel

El parador es un lugar tranquilo y amigable. Ideal para un viaje romántico y para descansar. Las habitaciones estaban muy bien y en el restaurante podéis encontrar los platos más típicos de la zona. A destacar el personal, que era muy amable.

Fuimos a comer de regreso de un viaje. Los Paradores son lugares espectaculares donde puedes comer tranquilo y en ambientes acogedores platos tradicionales de la zona . Solemos ir a los restaurantes de los paradores cuando viajamos ya son sitios donde puedes comer tranquilo a unos precios razonables y con un buen servicio.

Aunque el hotel se está volviendo un poco cansado, especialmente las áreas de circulación principales y las escaleras, ¡es un edificio que rezuma encanto y carácter! Idealmente situado en las afueras de Teruel, está perfectamente ubicado con fácil acceso desde la autopista y muchas plazas de aparcamiento gratuitas. Está a sólo 25 minutos a pie del centro de la ciudad. No hay sendero pero es un camino bastante tranquilo. Las habitaciones están bien equipadas y el personal es servicial y amable. No comimos en el restaurante porque llegamos tarde, así que disfrutamos de un aperitivo en el bar. Buen desayuno con mucha variedad. Sin duda me alojaría aquí de nuevo, aunque sólo sea por su ubicación y aparcamiento gratuito.

Es muy bonito. Pero el restaurante nos decepcionó muy. Tal vez por los platos que elegimos y que no había una gran variedad como en otros Paradores que hemos visitado

Fuimos a pasar el fin de semana, quería un finde de relajación y desconexión, y así fue. Nuestra habitación superior fue todo un acierto, muy amplia, espaciosa y con mucha luz natural, que me encanta, lo único malo de la habitación es que habían moscas muertas por el suelo, entendemos que hay problema con ellas, al menos no molestan, no quisimos darle mucha importancia porque son cosas que pueden pasar en plena naturaleza. El servicio fue impecable, muy agradables, educados y simpáticos. La ubicación me encantó, ya que está apartado de todo y no se escucha nada.

Que decir de un Parador Nacional. Habitaciones limpias, cómodas y con un toque antiguo pero acogedor. El servicio en todos los aspectos, es muy profesional y amable. Me quedé a cenar porque tanto el ambiente como la comida era buenísima. Te sientes confortable en todo momento de la estancia. El buffet del desayuno es abundante, con gran variedad y calidad excelente. La localización es perfecta. Volveré seguro ñ, cada vez que visite Teruel.

El Parador de Teruel es una joya que combina la elegancia inspirada en el Arte mudéjar con la serenidad de un entorno tranquilo, brindando a sus huéspedes una experiencia única que evoca el pasado y celebra la cultura aragonesa. Ubicado a las afueras de la ciudad, este parador permite disfrutar de una estancia relajante, rodeada de jardines y espacios abiertos que invitan al descanso. El edificio refleja un diseño inspirado en el estilo mudéjar, característico de Teruel, con arcos de ladrillo, techos decorados y detalles que transportan a épocas medievales. Las habitaciones están decoradas con un toque clásico, manteniendo el estilo de los paradores, pero con todas las comodidades modernas. Carrilleras: En el primer plato tenemos carrilleras, una carne exquisita que destaca por su terneza y su intenso sabor cuando se cocina a fuego lento. Las carrilleras están bañadas en una salsa rica espesa y reducida para concentrar sus sabores. La presentación es elegante, decorada con microvegetales y pétalos de flores, lo cual le da un toque fresco y moderno al plato. Esta elección de guarnición aporta un contraste de textura y color que complementa la suavidad de la carne. Las carrilleras, al estar cocidas hasta alcanzar una ternura óptima, ofrecen una experiencia melosa y sabrosa en cada bocado, perfecta para quienes buscan un plato reconfortante y lleno de carácter. 2. Paletilla de Ternasco: En el segundo plato se presenta la paletilla de ternasco, un clásico de la gastronomía aragonesa. La carne, asada hasta lograr una capa exterior dorada y crujiente, mantiene su jugosidad interna, lo que resalta el sabor característico del ternasco. Está acompañada de vegetales asados, que añaden complejidad y equilibrio al plato, absorbiendo parte de los jugos de la carne y de la salsa. La disposición en el plato es robusta y rústica, un reflejo de la autenticidad de esta receta. La salsa es densa y glaseada, aportando un toque final que redondea el plato con una sensación umami que impregna cada bocado. Es una elección ideal para disfrutar de un plato tradicional con un toque sofisticado.

habitaciones acogedoras con bañera gel champu suavizante!la comida muy rica y los trabajadores muy simpaticos recomendadisimo.

Ideal en vez de cenar en el restaurante servían la cena en el Cardin adornado con velas y con un ambiente muy romántico, barbacoa al aire libre.

Hemos comido estupendamente. Veniamos cansados de nuestro viaje al Norte de Esoaña y oaramos a comer. Nos ha gustadi todo lo que hemos comido. El trato ha sido muy bueno. La comida ha consistido en un plato de rico jamon de Teruel.salmorejo.borrajas y chuletitas de cordero a la brasa. El precio lo normal en locales de esra categiria. Si pasas cerca de Teruel no lo dudes en este Parador vas a comer bien.