Parador de Santo Domingo de la Calzada en Garafía

Hacía tiempo que no comíamos en un Parador y, sinceramente, esperábamos más. Antiguamente, los Paradores eran sinónimo de excelencia culinaria, pero en esta ocasión la experiencia ha sido discreta. Pedimos unas patatas a la riojana (entre otras cosas) y, aunque el plato estaba correcto, las hemos probado mucho más sabrosas en bares y restaurantes más modestos de la zona. La cocina, en general, nos dejó bastante indiferentes, sobre todo teniendo en cuenta el precio, que resulta desproporcionado para la calidad ofrecida. Eso sí, el servicio fue muy atento en todo momento y el ambiente, como suele ser habitual en los Paradores, tranquilo y agradable. Una pena que la gastronomía ya no sea el punto fuerte que solía ser.