Parador de Olite. Restaurante Teobaldos en Erriberri

un sitio que vale la pena ir y disfrutar del parador en sí, de la visita a Olite y su castillo. Quizás el restaurante lo puedes obviar para cenar o comer, hay opciones más asequibles y de mejor calidad. El desayuno está relativamente bien y las habitaciones parecieron bien, aunque necesitan de una reforma. Como han indicado otros comentarios, es necesaria la reforma. Es muy bonito, y vuelves en el tiempo

Hermoso Parador en un edificio/castillo, que forma parte del complejo del Palacio de Olite. El conjunto es de gran belleza.

Solo paramos a comer. No vale la pena pagar éste dinero por la calidad de comida que sirven y la atención del personal. Lo único que compensa es el sitio, un edificio bonito.

Los paradores están muy bien ubicados en edificios de prestigio y éste no es una excepción. Pero la comida todavía no está en el nivel adecuado y es sorprendente que después de 40 años de mi experiencia, no haya mejorado. Tal vez deberían utilizar la experiencia de los chefs locales vecinos para mejorar sus estándares y aprenderles técnicas básicas de sazonado y cocina...

Se come genial. El parador necesita una gran reforma de lo contrario dejará de ser el lugar encantador que siempre fue.

Decidimos celebrar nuestra boda en el Parador de Olite y el resultado ha sido inmejorable. Gracias a Soraya y a todo su equipo por hacer posible un día tan especial 🫶🏼

Precio elevado para ser un parador de tres estrellas.

El lugar es hermoso y bien ubicado. Las señoras de recepción fueron muy amables y serviciales. La arquitectura recuerda mucho a un castillo real y está súper bien equipada/adaptada para el presente. Problemas: Mala acústica: había una ametralladora en la habitación de al lado y no podíamos escuchar todo muy alto, estaba causando un mini terremoto en la habitación (jaja, no bromeo, no podía dormir). Mal camarero en el desayuno: era una señora joven en el desayuno y un chico de mediana edad. Pedí una tortilla española con carnero. Esta foto es lo que tengo (sin papa, sin forma de tortilla). Le pedí a la señora que se cambiara porque eso no era tortilla, ella fue grosera e insistió en que era jajaja. Tal vez ella piense que porque soy asiática no lo sé. Pero estaba claro, sobre todo porque en la mesa de al lado teníamos una tortilla de verdad sobre su mesa (súper diferente a esta tortilla). Me gustaría que el gerente del Parador me dijera: ¿ESTO ES UNA TORTILLA? O tal vez necesites DESPEDIR a este camarero racista, mal educado y de mal humor. Soy asiático pero vivo en Europa y he comido miles de tortillas, conozco las tortillas. Ella fue muy rápida en asumir que soy estúpida y no se daría cuenta.

Me gustó mucho el parador , los empleados muy amables tanto en recepción como en restaurante, únicamente y como anécdota comentar que el sábado 28 de septiembre en la cena, pedimos una jarra de agua, la camarera nos comentó que no nos la podía poner porque no habia más jarras, pero un poco más tarde en la mesa cercana que ya tenían una jarra pidieron otra y al minuto le pusieron otra, nos quedamos sorprendidos de que para nosotros no había y otra mesa tenían dos, se lo comenté a la camarera y nos dijo que su compañera habría ido al almacén y habría encontrado más, pasarlo dos minutos y casualmente también nos pusieron la nombrada jarra, son detalles que no tienen mucha importancia pero que de cara al cliente si la tienen, por lo demás todo muy bien, la comida buena y elaborada y buen servicio, muchas gracias!

El restaurante es bonito, la atención y el servicio es correcto, pero la comida es mejorable. Los primeros platos (migas, micuit y verduras con hongos fueron correctos, pero los segundos platos (ajoarriero, bacalao confiado y presa) por debajo de lo esperado. El plato de presa dejaba mucho que desear para considerarse un plato que además tiene suplemento. Los postres bien. Creo que Paradores necesita una actualización de su gastronomía para tener el nivel que se espera en este establecimiento.