Parador de La Gomera en San Sebastián de la Gomera

Un lugar encantador, con un bonito jardín con vistas. Buenas piscina. Desayuno muy completo. Por poner alguna pega las habitaciones un poco simples.

Personal muy agradable, buena comida, ambiente perfecto para unas vacaciones tranquilas. Sin embargo, la casa ya es muy antigua. El baño ya no está a la altura. Varios Construcciones de madera en la casa, bueno... necesita renovación. Pero es un buen punto de partida para viajes a la isla. Es necesario alquilar un coche ya que se encuentra encima de la ciudad. Pero estábamos contentos con nuestra elección.

Visitamos por primera vez hace dos años y nuestros recuerdos de una estadía fantástica nos llevaron a regresar. En aquel momento, al personal le preocupaba que la apertura de un nuevo hotel en las cercanías pudiera animar al personal del Paradore a marcharse y trabajar allí. Este tal vez sea el caso, ya que el personal de servicio, gente FANTÁSTICA, se apresuró a desayunar y cenar tratando de atender a tantos invitados. La calidad de la comida ahora es decepcionante. Mucha gente ha publicado críticas como esta durante meses y el hotel lo reconoce de manera apaciguadora. No necesito una respuesta por escrito. Lo que espero que suceda es que la dirección aborde el problema del personal, si puede, y que el Paradore vuelva a su antigua gloria. Todo lo demás en el hotel sigue igual: limpieza, ambiente, personal servicial en todos los departamentos.

Cocina creativa y llena de imaginacion, solo la camarera qui non atendia, rumpio la botella de vino ententando de abrirla, pues se di cuenta che no hubia ninguna copa para servirlo, yo no tenia servilleta, esperamos media hora antes de poder comandar Total servicio cero! Canelones con langustinos, albondigas de rabil con batata eran una delicia, la mousse de godio con miel de palma idem! Que decir?

Un gran hotel encantador situado en los acantilados sobre San Sebastián. Es un edificio antiguo con pasillos anchos y ocasionalmente suelos que crujen; tiene un carácter agradable. Nos alojamos dos noches en una habitación estándar que era grande y tenía una cama muy cómoda. Comimos allí la primera noche y la comida nos pareció demasiado sofisticada para nosotros. Comí pescado con puré de patatas y una cucharada de verduras por 24 €. El desayuno estaba bien, aunque el domingo por la mañana no había suficiente personal para atender a los huéspedes. La hospitalidad es un trabajo duro y, a pesar de las largas horas que parecía que el personal trabajaba, todos fueron serviciales y amables. El hotel tiene una piscina muy bonita con estupendas vistas al mar. También hay fantásticos jardines con muchos lugares para relajarse. Dentro del hotel también hay muchos lugares para sentarse y relajarse. Este es un hotel bonito, pero es caro.

Magnífico edificio en un acantilado con jardín trópical.

En cuanto a ubicación, jardín, edificio, vistas: seis estrellas. Pida siempre una habitación con acceso directo al precioso jardín (esto le resultará un valor añadido absoluto) o una con terraza con vistas al jardín/mar. La habitación era hermosa, pero encontramos "pelos" de visitantes anteriores en el baño y había un olor en la habitación. El personal era muy fuerte y estaba enfocado en el servicio, pero su conocimiento de cualquier idioma que no fuera el español era limitado. Me declaro culpable aquí, necesito mejorar mi español. Esto causó hilaridad durante el desayuno cuando me dieron un plato lleno de "tocino" y yo no pedí "tocino". Quedará en mi memoria como el momento más divertido de principios de 2025. La piscina: muy bonita. Utilizamos este hotel como base para explorar una hermosa isla y regresaré a la isla para unas vacaciones 100% caminando. Cenamos en el hotel una vez por la noche, pero no fue 100% lo que esperábamos. El camino hacia abajo resultó ser un poco difícil para llegar a los restaurantes del pueblo. Disfruté muchísimo del jardín y de la vista aquí. Y una cama muy cómoda. Otra pregunta, ¿es comparable vuestra ubicación en El Hierro?

El siléncio relax y tránquilidad.Sus jardines maravillosos y las vistas

La ubicación es magnífica y el hotel dispone de muchos espacios comunes, interiores y exteriores, para aprovechar al máximo la ubicación. Todo es muy bonito y cuidado: el espléndido jardín, la piscina con vistas al mar, el bar, el restaurante, muchas salas para actividades sociales. De esta forma el hotel consigue ofrecer a sus huéspedes una estancia relajante. El único defecto son las habitaciones, o al menos en la que me quedé. Muebles un poco viejos y anticuados, no muy limpios, no muy cómodos.

Un parador de lujo con recuerdos de Cristóbal Colón.