Parador de Jaén en Jaén

El Parador de Jaén esta situado junto el Castillo de Santa Catalina, con vistas espectaculares de la ciudad y la sierra. Las habitaciones combinan el encanto medieval con todas las comodidades modernas, ofreciendo una experiencia única. En el restaurante, destacan sus platos todos preparados con un toque exquisito. Ideal para una escapada romántica o para sumergirse en la historia y la gastronomía local.

Dominando la cima de la montaña, el servicio es cálido y el Parador tiene los estándares habituales, pero las habitaciones ofrecen un poco menos.

Las vistas de Jaén desde lo alto, la recomiendo por la noche.

¡Este es sin duda el hotel más encantador en el que me he alojado! La mayoría de las veces, cuando una reputación está tan construida, no vale la pena exprimir el jugo, pero el Hotel Parador es eso y algo más. Si pudiera darle más de 5 estrellas, lo haría. El hotel está en una carretera sinuosa en la cima de una montaña que domina Jaén. Cuando miras hacia abajo, es como si un pintor estuviera en esta colina y diseñara el diseño de abajo. El personal es muy amable y servicial. Saben cómo tratar a sus invitados y parecen estar orgullosos de ello. Cuando entras realmente te sientes como si estuvieras en un castillo. En el segundo piso hay una gran zona común con cómodos sofás y chimeneas. La mejor parte es que pudieron mantener el encanto original del castillo y al mismo tiempo incluir comodidades modernas. Y sí, compatriotas, ¡tienen aire acondicionado! ¡La comida es increíble! Disponen de un amplio comedor para desayunos y cenas y para comer puedes tapear en la zona del bar. ¡La mejor parte son las vistas! No hay mejor manera de terminar el día que sentarse en el balcón y contemplar Jaén iluminado.

Estuvimos alojados el pasado sábado en el parador, la habitación tenia una temperatura correcta pero la decoración era bastante básica, moderna, no parecía que durmieras en un castillo, las instalaciones están bien y las toallas tenían un alto gramaje. Solo señalar que faltó personal en el desayuno, no reponían bollería, faltaban vasos, en este aspecto fue bastante decepcionante para un hotel de 4 estrellas… El enclave magnifico aunque también celebran bodas con que el tema del apartamento puede verde notablemente afectado.

Ideal para tomar un café después de ver el castillo, la cafetería es preciosa y el personal súper amable

Amabilidad y disponibilidad de todos los trabajadores del parador. Gracias.

Hermoso y muy atractivo hotel en una hermosa ubicación, maravillosamente tranquilo, muy cómodo con hermosas vistas. Una vez que usé el desayuno buffet, pensé que era bastante caro, pero fue una sensación real despertarse en un comedor tan hermoso con un buffet tan extenso. El almuerzo en el restaurante también fue excelente. Ten en cuenta que no solo se llega andando a la ciudad, sino que hay bastante subida (de vuelta). Puedes atajar un poco caminando por la antigua muralla (muralla de la ciudad).

Solamente el sentarte en su maravillo salón, bajo unos imponentes arcos de piedra y unas espectaculares lamparas de techo es un auténtico lujo. A esto hay que añadirle una excelente gastronomia y una estupenda atención. Los platos son generosos y bien presentados, disfrutamos mucho de la tabla de quesos de Jaen, las migas del Pastor, el Almodrote de Berenjena o la Pastela de Pularda. También dimos buena cuenta del Laminado de presa y del Bacalao Granitado. En los postres, nos gustaron el Virolo de Baeza, el Chocolate y regaliz y las Natillas de Mango. En resumen, una comida de diez!

Es el restaurante perfecto para una comida familiar, buena cocina, buen servicio, instalaciones que te transportan hacia atrás en el tiempo, camareros muy amables. Recomiendo 100%.