Parador de Corias en Cangas del Narcea

De los sitios más bonitos que hay en Asturias, parada imprescindible

Creo que le falta algo. No lo veo tan bueno como se valora. Los baños son casi tan grandes como la habitación y no están mal pero le falta a las habitaciones un toque acogedor… no repetiría o si ??? No se.

Si se quiere comer de forma exquisita, con una presentación y cocción perfecta, este es tu sitio. Elaboración de la comida y servicio impecable. El ambiente es también super acogedor y relajante. Pedimos para dos, una ración de croquetas de jamón, Tortos de morcilla y bacalao con pisto. Nos dieron un aperitivo gratis de crema de marisco increíble. Gracias.

Espectacular, fabuloso y magnífico. Una estancia única para descansar y relajarse en un paraje maravilloso. Un 10 sin lugar a dudas

Es un parador con muchas cosas de ver habitaciones grande y cómodas desayuno espectacular y la cena también para repetir

Parador espectacular, como hotel es inigualable y como restaurante también muy bien. No alojamos unos noche en una suite júnior y era preciosa y enorme. Cenamos en el restaurante y los platos muy bien presentados y ricos. El desayuno también muy bien, había de todo platos calientes, embutidos , fruta...etc. El personal muy atento y encantador

Fantástico parador situado en corias y rodeado de un paisaje idílico. Empezando por el parador cuenta con garaje exterior e interior gratuitos. El edificio es enorme y perderte por los pasillos viendo los distintos salones es obligatorio. Hablando ya del personal, como en todos los paradores que hemos estado el trato es inmejorable, atentos y serviciales desde la recepción hasta los camareros y limpiadores/as. Para terminar recomiendo pasar por el restaurante y probar su fabada o pote según el gusto (particularmente probé la fabada y estaba espectacular). El paisaje que rodea al parador es una pasada, hay varias rutas muy próximas que te permiten disfrutar aún más de la tierra asturiana. Viajamos a corias para disfrutar de cangas del Narcea sin gluten, ya que al parecer era el pueblo ideal para celíacos. A nosotros y sobre todo a mí pareja celíaca esto nos decepcionó ya que no había nada que hiciera referencia a esto por el pueblo, aún así recomiendo pasar por la pastelería Isacel que es un obrador 100% sin gluten y estaba todo buenísimo.

Un sitio espectacular, para estar un par de días relajado, desconectado y por supuesto con mucha historia.

Precioso parador ubicado en un antiguo monasterio. Habitaciones amplias y muy cómodas. Muy buena cocina.

Lugar extraordinario para descansar, el restaurante precioso, la calidad y preparación perfectas y el trato recibido por Coral, excepcional.