Parador de Cordoba en Córdoba

Las habitaciones ya tienen unos años pero aun así están bien. La terraza vistas a Córdoba y un jardín muy chulo. Buen sitio para pasar un finde

Tiene unas vistas preciosas La atención es genial.

Este parador es uno de los mejores de la cadena de Paradores por sus instalaciones. Lo malo es la ubicación: algo fiera de la ciudad en zona residencial y nada comercial. Hay que coger coche en 5-10 minutos estás en la ciudad y un poco más so vas a la Judería. Pero las instalaciones son fabulosas y el servicio del personal.

Hola estuve en julio La habitación muy bonita y muy limpia personal muy educados y simpáticos la comida muy buena Lo único negativo es la piscina has de bajar escalones y yo fui estaba recién operada y para carritos sillas de ruedas lo tendrían que arreglar

Un encantador y antiguo Parador tradicional con magníficos jardines y una enorme piscina. Teníamos una suite enorme con un balcón que daba a la ciudad y fantásticas vistas. El hotel está situado en la colina, al norte del centro. Todo el personal fue excelente, la comida deliciosa y los precios razonables. El taxi cuesta un máximo de 10 € para llegar al centro y a los lugares de interés, y el aparcamiento es gratuito.

Está a unos 10 minutos en taxi desde la estación. Era un lugar tranquilo, la habitación era preciosa y el balcón tenía unas vistas espectaculares de la ciudad de Córdoba.

Esta es la tercera vez que venimos a este parador , siempre en junior suite, las 2 veces anteriores la habitación constaba de 2 estancias independientes una con salón y otra con la habitación y 2 tv ,con un vestidor, está vez nos dieron la habitación.105, me decepcionó salón y cama en una misma estancia 1 tv y un vestidor que no era más que un recodo del recibidor con un armario.mas bien pequeño ,y ni un espejo, me pareció una standard superior.mas grande , no dudo que fuera una junior suite pero considerando que la reserva la hicimos hacia 1 año,y la estancia era de una semana a media pension , podían habernos dado la misma habitación.que en.las dos veces anteriores, por otro lado el.personal.especialmente del restaurante atentos y encantadores y la comida muy buena, no se si volveremos , si lo hacemos haremos incapie en este tema

En 2.023 salí decepcionado por dos veces y le “castigué” un tiempo. Este año decidí darle otra oportunidad y la verdad es que ha mejorado bastante, no al nivel que estaba allá por 2.015 – 2.018, pero bueno, de 2.023 a hoy la diferencia sí se ha notado. Cena en terraza con calor “pa reventá”, pero por lo menos nos quitamos un rato de tanto aire acondicionado. Aperitivo de cortesía salmorejo de naranja con jamón, caramba!!, sorprendente y muy original! Paté de perdíz muy bueno y el jamón fantástico. Rodaballo asado bastante conseguido y solomillo de retinto espectacular. Servicio eficiente. Le levanto el "castigo" de momento.

Buen trato, habitación muy amplia, el aire acondicionado salvador y la piscina genial. Si hay que poner un pero es que está un poco alejado del centro para ir a pie. La zona turística de Córdoba es una maravilla. Hemos pasado unos días estupendos a pesar del calor asfixiante

La merecida fama gastronómica de los restaurantes de los paradores es bien sabida por todos. Lo que más valoro es que recoja lo mejor de la cocina local tradicional y quizás en este punto es dónde sentí decepción especialmente con los flamenquines, en los que intuyo que se buscó una innovación poco conseguida, rellenándolos de una extraña picada de yema de huevo cocido y pimiento rojo que rompía el sabor tradicional de un buen flamenquín y no aportaba nada bueno. Eso sí, muy bien fritos aunque se me hizo difícil comerlos. Algo parecido ocurrió con las berenjenas con otro extraño envoltorio de masa que las cubría en el interior que probablemente engañe la delicia que es una buena berenjena enharinada y bien frita que en la mayoría de restaurantes cordobeses y por descontado en los hogares locales sí que saben resolver. Sin embargo, las migas resultaron deliciosas al igual que el salmorejo , ambos platos sin inventos raros y cocinados con éxito. El entrecot no parecía de gran calidad aunque el churrasco sí que aprobó el expediente. Finalmente en los postres es obligado probar una exquisitez local ancestral de origen serfardí que allí llaman "reventones". Buen servicio de bar con los licores finales. El servicio cometió algún pequeño error (perdonable) con el joven camarero que inicialmente nos atendió (olvidó las cervezas de aperitivo) pero afortunadamente nuestra camarera definitiva resolvió la tarea durante toda la comida con profesionalidad y simpatía. Lástima que no tuvieran ningún detalle con nuestro padre que celebraba su octogenario cumpleaños . Merece otra oportunidad este restaurante que confiemos en que mejore porque no deja de ser el de un parador de una ciudad que ahora mismo es top a nivel turístico y que resultaría triste que pudiera decepcionar a tantos visitantes.