Oroviejo en Salamanca

La comida muy buena y el trato espectacular, el mejor lugar de Salamanca en el que he comido.

Una maravilla de platos y tapas, todo riquísimo, de calidad. El equipo, muy profesional, y encima, cercano.

Un lugar muy agradable, con un ambiente cuidado y una atención por parte de los camareros que es de diez. Todo está pensado para que te sientas a gusto y disfrutes de la experiencia. Me fui encantado, sin duda es un sitio al que volvería y que recomiendo a cualquiera que busque una comida tranquila y bien atendida

Lugar idóneo para comida de trabajo. Servicio y calidad excelente. Muy recomendable.

Muy recomendable el menú degustación para probar una amplia variedad de platos, todos buenísimos. El personal muy amable y profesional.

Restaurante de categoría, diría que gourmet, fuimos dos amigos a cenar un miércoles el menú degustación, reservando con antelación, había bastante sitio. Sobre las mesas había una botella de vino que recomendaban y eso que pedimos, un Legaris, de gama media, muy buen sabor. El servicio es destacablemente ágil y atento. Son un conjunto de 10 platos donde destacan la mayoría de ellos, gran elaboración, variedad, originalidad, presentación, y muchos otros calificativos. No es una cantidad pesada en sí el conjunto, si no que es bastante equilibrado. Destaco el tuétano, la trucha y el buñuelo; por otro lado, después de la gran exigencia autoimpuesta en tierras charras, me supo a poco la jeta, el postre tampoco le encontré su aquel. En conclusión, un lugar muy recomendable, diferente en la propuesta habitual en Salamanca. Nos gastamos 89€/persona eso sí.

Un buen restaurante con una calidad/precio bastante buena. Lo que más nos llamó la atención, por la presentación y por lo ricas que estaban, fueron las croquetas, totalmente recomendables. La presa estaba buena pero quizá poco hecha, un poquito más le habría venido mejor, aún así muy jugosa. Y el steak tartar fenomenal, preparado de forma original. Para finalizar un brownie de chocolate blanco, crème brûlée, crema de maiz y palomitas! Si quieres algo diferente, pero con calidad, lo recomiendo. Además el local es bonito y está en pleno centro.

Oro puro. Habíamos visto sus reseñas previamente aunque finalmente fuimos sin reserva y un poco por casualidad. Fue un acierto. Fuimos con intención de tomar unas pocas tapas/raciones y finalmente la calidad de las mismas hizo que nos diéramos un festín. Teniendo en cuenta que además no pedimos platos clásicos del local de acuerdo a lo que servían en otras mesas y lo que nos dijeron los camareros. A destacar, el pulpo, las gyozas con hummus y la torrija de brioche. Queda pendiente una nueva vista para probar su jeta, tartar y croquetas. Todo espectacular, acompañado por un servicio atento y que te explica y sugiere sobre los platos. No pudimos salir más satisfechos.

Teníamos un recuerdo muy grato de este restaurante pero la experiencia de hoy nos ha hecho cambiar de idea. La calidad de los productos es buena pero la preparación no está a la altura. El precio exagerado para la cantidad y sobre todo por el servicio que deja mucho que desear.

Restaurante típico del casco historico. Platos con buen nivel. Precio un poco alto. Falla el servicio. No se puede servir a ritmo de restaurante chino, masticando chicle y retirando los platos antes de terminar. Nos hemos hecho un pequeño menú degustación de 6 platos y 2 postres y hay que pedir que te cambien los platos. Si no, te quedas con las cascaras de los mejillones y de los restos para dar sabor a lo siguiente.