Oroviejo en Salamanca

Excelente en todos los sentidos. Destacaria el servicio porque lo he visto pendiente, profesional y cercano. El lugar perfecto para una comida tranquila y de calidad.

La comida muy muy bien…. El problema el personal…. No se lo que les pasó pero la atención al cliente deja mucho que desear, decir que no se todos los camareros pero la mayoría no le gusta mucha la hostelería….. sinceramente como clientes necesitamos un trato cordial ya que somos los qué pagamos

Unos platos tradicionales pero con una vuelta novedosa de sabores intensos. Esquisito el tuétano con langostinos. Los postres muy buenos, sobre todo el helado de vinagre balsámico.

De la comida no puedo opinar ,solo tuve una entrevista y me enseñó el lugar y la verdad que es brutal precioso precioso un lugar que sin duda tendré que ir a disfrutar de un cena ! ☺️

Comimos de tapas y raciones en la barra, el menú del gastrobar. Estaba todo delicioso, y los camareros fueron muy atentos. El sitio está en una ubicación inmejorable y el local en sí es precioso. Muy recomendable.

Este verano disfruté de un menú degustación y del trato tan especial del personal, especialmente de Héctor. Repetiré y recomendaré, seguro 🫶

Pongo tres estrellas porque el restaurante estaba muy bien en cuanto al ambiente y la amabilidad de los camareros, pero pedimos dos primeros y ente uno y el otro tardaron cuarenta minutos. Aún a pesar de eso, el sabor muy bueno, se notaba que eran de calidad. Sin embargo, de segundo pedimos chuleta de vaca marudara y además de traerla fría, no tenía sabor. El postre muy bueno.

Reseña – Oro Viejo (Salamanca) Restaurante clásico en pleno centro de Salamanca, ideal para reuniones de empresa o comidas en grupo. Ofrecen menús completos con cocina típica castellano-leonesa, bien elaborada y con raciones generosas. Probamos tanto pescado como carne: el rodaballo, aunque fresco, venía frito de una forma un poco extraña que no le hacía justicia. En cambio, los que optaron por la carne de morucha quedaron encantados —jugosa, sabrosa y perfectamente cocinada—. Sin duda, la carne es el punto fuerte del restaurante. Los vinos, excelentes y a precios muy razonables; si se incluyen en el menú, la relación calidad-precio mejora aún más. Como punto a mejorar, el menú infantil resulta algo caro para lo que ofrece, sin nada especialmente destacable. En conjunto, Oro Viejo es una gran opción para disfrutar de buena cocina tradicional castellana, con ambiente agradable, servicio atento y una relación calidad-precio muy sólida, especialmente en carnes y vinos.

Llevábamos tiempo queriendo ir y desde luego estuvo más que a la altura de nuestras espectativas. El local espectacular y muy tranquilo. Se nota el cariño puesto en cada rincón. El personal muy agradable y atento, explicando al detalle cada plato y pendientes de lo que pudiéramos necesitar. Respecto a la comida, los platos merecen lo que cuestan. Quedamos encantados con las croquetas de pato (por su cremosidad), el steak tartar (le da mil vueltas a cualquier otro que hayamos comido) y para el tuétano no hay estrellas para valorarlo; brutal. Los tiempos de espera entre platos fueron cortos (y más para ser elaborados en el momento). La experiencia mereció la pena y volveremos sin duda. Felicidades al equipo de Oro viejo.

El espacio para comer está bien. Demasiado caro para el producto final. En uno de los postres apareció un trozo de plástico duro, menos mal que tuvieron la decencia de no cobrarlo. El servicio fue bueno pero la estancia incómoda,escuchando continuas discusiones entre los camareros, a ratos parecía el programa de Chicote. No volvería.