Oporto restaurante en Barcelona

10/10 Tenía muchas ganas de una francesinha y me satisfizo por completo. Un filete cocinado a la perfección 🙏🏻🙏🏻🙏🏻🙏🏻🙏🏻

No quedé satisfecho con el restaurante de bacalao con miel que supuestamente alimentaba a coreanos, pero este lugar estaba realmente delicioso. ¡No te puedes perder la sopa! Estaba tan rica que no pude probar ningún otro plato, y el dueño fue increíblemente cálido y amable. ¡Esta fue la mejor comida europea que probé durante mi viaje! Estaba tan buena que me da pena no poder volver. Además, el dueño fue increíblemente cálido y amable.

Gracias Carlos y Fausto por el servicio siempre impecable. ¡Saludos cordiales!

Excelente todo! El servicio cercano, la comida deliciosa y precios muy correctos. Uno de mis sitios favoritos cerca de Sagrada Familia. Recomiendo mucho la tarta de galleta, el pulpo en salsa verde, la Francesita y el bacalao frito.

He ido varias veces con amigos y nunca me ha decepcionado. Como portugués, encuentro aquí los auténticos sabores de Portugal. Los camareros son siempre muy amables y el servicio es rápido.

Mi guía me recomendó un restaurante cercano, y elegí este porque estaba cerca y tenía curiosidad por la paella de sopa. Nuestra visita terminó en la Sagrada Familia alrededor de la 1:30 p. m., así que estaba bien ubicado y no había mucha gente cuando fuimos. Al entrar, nos preguntaron si teníamos reservación, y cuando dije que no, enseguida nos llevaron a una mesa adentro. Nos recomendaron dos de sus platos más populares, y alguien en las reseñas de Google decía que se podían pedir medias porciones de la paella de sopa, pero al parecer no es así. Todos fueron muy amables, y nuestro pedido de pan, aceitunas y queso llegó primero. Todo estaba delicioso. El polvo llegó después, y tenía una textura completamente diferente a la que estoy acostumbrada en Corea. Estaba muy rico, y aún mejor con la pimienta, la sal, la salsa picante, el aceite de oliva y el vinagre balsámico que había en la mesa. Al pedir la paella de sopa, nos preguntaron si la queríamos sin sal, lo cual parece ser una petición común entre los coreanos. La pedimos sin sal, pero la original también hubiera estado bien. Las patatas del polvo estaban increíblemente sabrosas y el pulpo, increíblemente tierno. La paella de sopa era generosa, suficiente para dos o más personas, y estaba repleta de marisco como gambas, mejillones y almejas. En cuanto la probé, coincidí con las reseñas que la describían como una paella a la española (las gambas estaban especialmente deliciosas). Estaba deliciosa, tal como la había probado. Le añadimos un poco de sal y a mi mujer le gustó la salsa picante, que disfrutó mucho. Yo preferí un poco de pimienta. La salsa picante no era exactamente lo que esperábamos, así que picaba, pero tenía un sabor característico, por lo que recomiendo probarla y añadir más si se desea. Mientras comíamos, el camarero y el chef pasaron a preguntarnos qué tal la comida, lo cual fue muy amable. Al final, al pagar, nos preguntaron nuestra experiencia y dijeron que agradecerían una reseña (¡qué detalle!). Aunque no merecía la pena viajar tan lejos para probarla, la paella de sopa era bastante singular, y si buscas una buena comida y vistas a la Sagrada Familia, sin duda merece la pena visitarla.

La paella de sopa está realmente deliciosa. Me decepcionó la comida portuguesa que probé en España, así que la recomiendo encarecidamente. Eso sí, el pedido mínimo es para dos personas y hay que esperar entre 25 y 30 minutos. Si vas un poco más tarde a la hora de comer, la espera puede ser bastante larga.

Cocina portuguesa con varios platos de bacalao, entre otros. También hacen un buen mousse de chocolate. La decoración está inspirada en la ciudad de Oporto. Edit de actualización/porque he olvidado esta información: a la hora de cenar el local suele estar lleno/todo reservado, por tanto se recomienda reservar con suficiente antelación o ir a cenar más temprano.

Lugar acogedor, personal amable y comida deliciosa.

El bacalao a la brasa estaba exquisito. El dueño era muy amable y el ambiente acogedor y confortable, como el de un restaurante a orillas del Duero en Oporto. Recomiendo encarecidamente una parada allí de camino a casa después de visitar la Sagrada Familia.