O'Pazo Counago en Salamanca

A pesar de ser el día de la Madre, pudimos reservar. Es cierto que tardaron un poquito en servirnos, comprensible porque llegamos a las 15 y el restaurante estaba lleno. Pero como dice el refrán... lo bueno se hace esperar. Comida maravillosa y la atención magnífica

Restaurante sito a unos 10 minutos andando de la plaza Mayor, cerquita del campo San Francisco , en la casa de Galicia. Hacia tiempo que no volvía y lo cierto es que es imperdonable. Cuenta con un comedor muy agradable, bien decorado, mesas separadas y bien montadas. El servicio de sala, o sea María Jesús, es una profesional de pies a cabeza, empatizando y asesorando a los clientes en todo momento. Dentro de su carta hay variedad de entrantes, aunque siempre hay alguno más fuera de carta. Destaca por sus pescados, traídos de Galicia, frescos y cocinados en su punto, extraordinarios. Cuenta con menús degustación y también para grupos. Sus postres caseros son el mejor final posible. Recomendable 100%.

La experiencia ha sido buena, un menú degustación, para mi gusto un poco caro 50€, unos de los platos insignia de Galicia dejo un poco que desear, el resto está bien. El servicio es bueno, siempre pendiente, pero sin agobios.

Platos muy buenos y elaborados. La presentación entra por los ojos y abre más el apetito. Muy bien la relación calidad-precio. Personal muy atento y agradable. Recomendado totalmente.

Fuimos a cenar en grupo y pedimos el menú degustación, consistente en aperitivo, cinco platos, postre y café, además de agua y vino. Cuando llegamos teníamos un pan candeal cada uno, y a continuación nos trajeron como aperitivo unas tostas de pan con un paté con pimiento, y todo muy rico. Seguimos con la delicia de bacalao a la crema de almendra, la cual va rellena de una bechamel muy cremosa que recuerda a una croqueta, y está para llorar de buena (imprescindible 100%). El siguiente pase fue un pulpo a la brasa, acompañado de patata con pimentón y una salsa dulzona, y muy rico también. Continuamos con un hojaldre relleno de boletus y foie, el cual se sirve con un par de salsas de fruta, las cuales equilibran el dulzor del plato, y está bien, pero no es algo que repetiría. Como pescado, probamos la merluza O’Pazo, servida con verduras al vapor y una salsa mantequillosa. He de decir que no soy muy de pescado, y me sorprendió lo tierna que estaba, y la salsa estaba muy buena, ideal para las verduras que sin ella resultaban un poco insulsas. En cuanto a la carne, el menú cuenta con solomillo de ternera con salsa de trufa, el cual se sirve acompañado de unas patatas que son lo mejor del plato. La carne no me convenció (el punto no era el que yo habría elegido, y le faltaba sal), y la salsa de trufa correcta. En cambio, las patatas estaban increíbles, si estuviesen como guarnición adicional las recomendaría sin duda, y si vuelvo no dudaré en pedirlas. Finalmente, y ya bastante llenos, probamos el helado de mango con crema de queso, el cual viene coronado con un arándano (bastante agrio tristemente). La crema de queso no es muy intensa, pero está rica, y el dulzor lo aporta el helado y sirope de mango, creando una combinación muy acertada. Salvando un par de detalles, la comida es increíble, por lo cual le doy 5 estrellas y volveré a probar más cosas (y a repetir la delicia de bacalao).

Extraordinario restaurante. Buen producto y excelente elaboración. Servicio super amable con buenos consejos para escoger de la amplia carta. Postres también excelentes y buena bodega. Todo muy gallego y bueno. Para repetir, comer bien algo distinto de lo típico en Salamanca