Only Adults Restaurante - Hotel Agroturismo Llucasaldent Gran en Alaior

Te sientes como en casa. Las habitaciones son un privilegio y la comida exquisita. La atención por parte de Germán exquisita. Volveremos

Gracias a Cristina, Germán y a todo el equipo por cuidarnos tan bien. Todo al más mínimo detalle. Volveremos.

Propiedad muy lujosa y confortable, enorme donde todos están tranquilos en sus apartamentos. Enorme parque, magnífica piscina infinita, habitación con todo el confort que uno pueda desear, desayuno generoso y delicioso. Muchas zonas comunes acogedoras, lounge bar, ping pong (raquetas un poco gastadas), bicicletas, billar, carece de un piano de verdad, pero está bastante cerca del paraíso. Muy lindo lugar.

Vinimos a pasar la tarde en este lugar tan hermoso, quedamos encantados. El entorno es magnífico, el personal es muy agradable, los platos deliciosos. Muy buena relación calidad-precio, lo recomiendo ampliamente.

Excelente estancia en este magnífico establecimiento, todo es perfecto, la acogida, la comodidad de las habitaciones, el desayuno y el restaurante de gran calidad, las piscinas de agua salada sublimes y aunque no tuvimos suerte con el tiempo pudimos aprovechar el Espacios disponibles con billar, ping-pong, futbolín. No podemos esperar a volver 🤩

Fuimos invitados por nuestros hijos Paula y Adrián al restaurante de este idílico hotel de Menorca.Ellos ya habían estado con anterioridad y nos sorprendieron muy gratamente, es realmente espectacular. Antes de entrar a cenar, tomamos unas copas en la zona chill out situada en unos hermosos jardines. Después pasamos al interior del restaurante, muy agradable y acogedor, donde fuimos atendidos por un personal muy amable y atento dirigido por el Sr. Germán Palacios, que nos explicó la historia y filosofía de este maravilloso proyecto llamado Llucasaldent Gran, nos comentó cada plato de la carta, su preparación y nos aconsejó y aclaró cualquier duda. Los platos espectaculares tanto en su elaboración , como en su presentación. Exquisitos, una auténtica experiencia gastronómica, una explosión de sabores. Tal como dice Paula merecen una estrella Michelín. Tanto nos gustó la experiencia, que ya estamos los cuatro deseando ampliarla, la próxima temporada, con unos días de estancia en dos de sus habitaciones. Deseando volver y disfrutar de la experiencia completa. Felicidades a todo el equipo de Cristina y Germán por tan agradable y cariñosa acogida y por este maravilloso proyecto. Hasta pronto.

Desde la comida hasta el lugar donde se pone el sol, este hotel no es más que lujo de principio a fin. Recomendaría alquilar un coche si planeas explorar un poco, aunque los precios de los taxis a las zonas locales no son demasiado caros. La mejor comida que he comido en mucho tiempo, muy sabrosa y rica. La zona de piscina/ping-pong es un complemento encantador y también hice uso de la sauna. Definitivamente buscaría volver en otra ocasión.

Idílico paisaje, instalaciones en simbiosis con el medio agroturistico, impecable atención al cliente y exquisito menú degustación, sin lugar a dudas totalmente recomendable.

El entorno, bajo una copa de árboles con el mar a lo lejos, es muy agradable, las mesas están bien espaciadas. El chef es inventivo. Todos los platos son sabrosos y sofisticados, con combinaciones a veces sorprendentes pero siempre acertadas. El saint pierre, por ejemplo, es una delicia. Todo el personal camina mucho porque las cocinas están un poco alejadas. Pero el servicio es atento y meticuloso, gracias en particular a la encantadora Roció, siempre sonriente, como su cuñado.

El entorno es muy agradable, un poco elevado con el mar a lo lejos, y las mesas están bien espaciadas. El servicio es excelente, amable, atento y eficaz. Los platos son sabrosos y sofisticados, con algunas combinaciones sorprendentes. El vino tinto de producción local es bueno. El precio alrededor de 60€