Olla Beach Bar en Altea

20/01/2025: El Restaurante de los Artistas, ubicado en la encantadora Plaza de la Iglesia en Altea, ofrece un entorno privilegiado que complementa perfectamente su propuesta gastronómica. Durante nuestra visita de fin de semana, optamos por el menú disponible, que destaca por su calidad y variedad. Como entrantes, comenzamos con un tartar de aguacate y un carpaccio de atún. El tartar brillaba por su frescura y equilibrio de sabores, mientras que el carpaccio, cortado con precisión y acompañado de un aderezo sutil, resultó ser una auténtica delicia. Ambos platos evidenciaron un gran cuidado en la selección de ingredientes y en su presentación. En cuanto a los platos principales, la parrillada de carnes, aunque bien ejecutada en términos de punto de cocción, no destacó especialmente en cuanto a sabor. Sin embargo, la salsa que la acompañaba, con un toque especiado y bien equilibrado, aportó el carácter que le faltaba al conjunto. El entrecot, por otro lado, fue el gran protagonista: una pieza tierna, jugosa y perfectamente cocinada, realzada por una deliciosa salsa de mostaza que complementaba a la perfección su sabor. El salmón, cocinado en su punto justo para preservar su jugosidad, fue otra elección acertada, con matices bien integrados. El apartado dulce, sin embargo, dejó una impresión menos memorable. La mousse de chocolate carecía de la intensidad y textura esperadas, mientras que el helado de vainilla, aunque correcto, resultó demasiado básico y carente de personalidad. En líneas generales, el Restaurante de los Artistas es una excelente opción para disfrutar de una comida en un entorno excepcional, especialmente por la calidad de sus entrantes y platos principales. Un lugar que, con un mayor cuidado en el cierre del menú, podría elevar aún más la experiencia gastronómica.

14/01/2025: Hemos comido allí antes (hace 3 años) y estaba delicioso. Por eso volvimos a celebrar un cumpleaños con una deliciosa cena de varios platos. Desafortunadamente, esto resultó ser un engaño. Qué servicio tan desagradable, la comida fue apresurada, las luces se apagaron antes de que tomáramos el café (9:30 pm) y no hubo una sola sonrisa. El aperitivo estaba frío, el foie gras sabía a un trozo de mantequilla dura, pero afortunadamente el pescado y la carne sabían bien. Pero eso no compensa la mala experiencia. ¡Lástima!