Olea Comedor en Cuenca

Me encantó este lugar, fue increíble, fue genial, fue impresionante, fue… ¡delicioso! También me gustaron los asientos del inodoro; olían a rosas, lo limpiaron muy bien, porque no había bichos ni bichos en mi comida. Además, me gustó la Fanta.

Sitio excepcional por la calidad/precio....personal de servicio muy atento

Es un sitio brutal. ¿Es tradicional? No, en absoluto ¿Vas a comer MUY bien? Absolutamente sí La carta es pequeña, pero muy variada. Tiene una combinación de gastronomía española y peruana, con unos acabados de mucha calidad. Se nota el esfuerzo y tiempo detrás de cada plato. Lo mejor que hemos probado ha sido la Causa limeña, la Carrillera y el Lomo Saltado. Y de postres el Cuscús (sí, cuscús) y la Tarta de queso con Mango. 100% recomendado si vas a Cuenca

¡Un imprescindible donde los sabores y el perfecto servicio sumado a una factura muy razonable te hacen pasar un rato muy agradable! Merece su mención en la guía Michelin.

Excelente restaurante con estilo moderno y carta reducida pero con un alta nivel de platos muy bien elaborados y sabrosos, carta de vinos amplia y personal muy dedicado, un descubrimiento en Cuenca para volver a repetir en otra ocasión

Un sitio muy amigable, tranquilo, la atención por los camareros insuperable, la comida, superrica y con sabores novedosos.

Muy recomendable. Pedimos varios platos para compartir y fue todo un acierto. El atún, preparado de una forma muy diferente a lo habitual, nos sorprendió gratamente. El chop-suey de calabacín y zanahoria fue, sin duda, uno de los mejores platos que he probado últimamente. La papada fue una recomendación del camarero y no pudo estar más acertado: tienes que probarla. Las carrilleras estaban muy buenas, con una salsa que elevaba el plato a otro nivel. En cuanto a los postres, la cheesecake estaba espectacular. Aunque es un postre que suele cansar de tanto verlo en las cartas, esta realmente merece la pena. La manzana asada me encantó: no demasiado dulce, con un punto crujiente y muy fresca. El único plato que me dejó un poco fría fue el cuscús: eché en falta un sabor que lo acompañara mejor, y las especias del chocolate apenas se notaban.

Espectacular, hemos comido muy bien, la calidad precio es buenísima, lo recomiendo muchísimo si volvemos por Cuenca no dudaremos en venir a probar más cosas, el servicio muy profesional, muchas gracias!

Fuimos a cenar sin mucho apetito. A pesar de lo cual, pudimos disfrutar de dos platos diferentes y muy bien conseguidos. El tercero, el puerro, no fue de nuestro agrado. Echamos de menos la posibilidad de elegir cervezas o algún vino de jerez, que pensamos que acompañaría de manera fantástica la propuesta que el restaurante ofrece. Pero el vino elegido mantuvo el tipo. Mención especial merece la camarera, que ilumina el local con su sonrisa y atención. Si vuelvo repetiré... con más apetito.

Atención inmejorable, cocina maravillosa, calidad estupenda. Disfrutamos mucho con sus propuestas. Volveremos seguro