Magnífico restaurante, comida de 10, servicio atento y rápido, amables. Algo caro pero merece la pena pagarlo por ello. Lo mejor la carne de vaca rubia gallega.
Por recomendación de un amigo, descubrimos este restaurante.
Destacamos la acogida y prontitud del servicio. Todo lo que comimos estaba bien preparado y a nuestro gusto. Los calamares fritos, crujientes y nada grasos. El risoto de sepia en su punto y abundante. El tiramisú, espectacular.
El precio razonable.
Sin duda es un lugar para tener en cuenta, volver y recomendarlo.