O Castro en O Grove

Un lugar inolvidable, el trato del personal fue buenísimo, la cocinera excepcional, los productos con los que trabajan de primerísima calidad, gran variedad de vinos, un gran restaurante con una terraza con vistas que enamoran, por supuesto repetiremos, intentaremos en verano para disfrutar también de la piscina. Relacion calidad precio muy muy buena.

Buscábamos un lugar con encanto, acogedor, con buenas vistas, buena comida, buena atención, y sinceramente, el Hotel O Castro sobrepasó con creces nuestras expectativas. Pablo e Isa, dueños del hotel, nos trataron como si estuviéramos en casa. La atención recibida fue muy cercana y amable, la comida de calidad y a un precio justo. Hay parada de bus muy cerca, las vistas a la ría de Arousa desde la terraza del restaurante era espectacular, y toda la gente de la zona que conocimos fue muy sociable, amable y cercana. Volveremos, porque cinco días se nos hicieron muy cortos y, porque queremos volver a probar esos mejillones tan sabrosos que Pablo nos sirvió para la cena. Muchas gracias por todo Pablo e Isa.

Muy amables en todo momento Hemos estado muy bien

"Todo perfecto, muy agradecido por poder hacer el check in antes, la comida muy rica y todo genial. Un 10 tanto el alojamiento como el personal."

Buena experiencia con el servicio: bastante amables. El sitio era muy acogedor. El tamaño no es un problema: tiene poco espacio de alojamiento, pero ofrece buenos servicios. Un problema fue que, en la ducha, el agua nos caía al suelo y no teníamos ninguna fregona para recogerla. En cuanto al sitio, muy cercano a O Grove

Todo perfecto!. Comida, ubicación, limpieza y la amabilidad del personal impecables. Desayuno y comida riquísimas. Lo recomiendo!.

Increíble ubicación, habitaciones muy limpias y correctas.Un silencio que invita al relax y al descanso..El desayuno completo,variado y siempre con alguna sorpresa casera( productos propios) que no esperas. Todo un ACIERTO. Seguro volveré.

Bueno esta bien calidad precio. Las camas tienen unos colchones que no están bien para mi gusto. Fuimos con mi madre de 87 años . Pedí una habitación con todas las camas iguales y cómodas, ya que mi madre es mayor y necesita descansar bien . La persona que me atiende me recomienda coger una habitacion cuádruple aunque éramos tres para estar mejor y aunque pagaba un poco más estaríamos mejor. Mando fotos ya que la cama de mi madre era cualquier cosa menos cómoda y las nuestras tampoco eran una maravilla. El desayuno todo casero muy bueno aunque no tenía mucha variedad , pero lo que me sentó mal es que el horario era de 09/00 a 10/30 . El primer día bajamos a las 10 y todo perfecto pero el segundo día bajamos a las 10/15 por qué mi madre me dio un poco más de trabajo, la atendí a ella y cuando me di cuenta cogí un café y unas tostadas y eran las 10/30 y gire la cabeza y ya estaba todo recogido. No me parece educado el gesto, entiendo que hay un horario pero por lo menos comentarnos, vamos a recoger por si queréis coger algo más. Vamos que me sentó bastante mal y de poco respeto aunque sé que nos pasábamos de la hora , pero sabes que estamos con una persona mayor. bueno pude decir algo pero con mi madre delante no me apetecía, ella no lleva bien esas cosas. Además la atención es bastante deficiente, no están nunca en la entrada y para dejar las llaves tuvimos que estar un rato buscando a alguien para dejarlas. Es cierto que tienen una caja que pone depositen aquí las llaves , pero yo digamos que no me iba tranquila sin avisar

Una terraza especial con unas vistas increibles. Servicio muy atento y la comida de calidad superior.

Este pequeño hotel con restaurante cuenta con un comedor con unas vistas espectaculares. Vimos que tenían arroz con marisco a buen precio y decidimos probar. Tomamos unos mejillones y empanada de primero, y luego compartimos un arroz con centollo que estaba lo suficientemente bueno sin tirar voladores. El personal, eso sí, es encantador.