O Cachon en Malpica de Bergantiños

¡Comimos de 10! Pulpo, zamburiñas, entrecot de vaca y coulant, para 2. Sabor y calidad maravillosos. Las vistas al puerto nos gustaron mucho. Pero es que la atención del camarero fue inmejorable. Enhorabuena por llevar tan bien restaurantes de siempre.

Son ya muchos años los que llevamos mi mujer y yo visitando O Cachón, y lo cierto es que nunca ha defraudado. A pesar de las dificultades que han atravesado en distintos momentos, el restaurante ha sabido mantenerse fiel a su esencia y seguir ofreciendo una experiencia gastronómica honesta, generosa y de calidad. Las dos personas que actualmente están al frente del local merecen un reconocimiento especial: su trabajo es impecable. La cocina sigue en plena forma y el servicio es cercano, eficiente y profesional. En un tiempo donde lo superficial y el "postureo" parecen imponerse en la restauración, O Cachón se mantiene firme como un espacio genuino, sin artificios: aquí se viene a comer bien, y punto. La carta es sencilla pero acertada, con platos que destacan por su sabor, abundancia y precio más que razonable. Es difícil quedarse con solo una recomendación, porque todo está a un nivel altísimo, pero si tuviera que destacar algunos imprescindibles, serían las croquetas, el pulpo, las zamburiñas, las navajas y, por supuesto, el raxo, ya sea de pollo o cerdo. Ojalá este restaurante siga siendo eterno, porque lugares así, honestos, locales y bien llevados, ya no abundan. O Cachón es, sin duda, una parada obligatoria para quien busque buena comida gallega, sin pretensiones y con el alma intacta.

Un lugar donde puedes disfrutar tanto de su gastronomía una cordial viembenida atención de 1 categoría y amabilidad absoluta

Un bar de toda la vida, sencillo y acogedor, la comida muy rica, la vista del puerto de Malpica mientras comes es un regalo. Recomendable.

Lugar muy acogedor con excelentes vistas al puerto de Malpica. Platos variados y buenas raciones. Comida muy rica y servicio impecable.

Lugar en un lugar increíble y con una comida con muy buena relación calidad precio.

Si lo ves por fuera, no invita a entrar, pero el camarero es majísimo y la comida de 10. Íbamos con nuestro hijo de 10 años y el chico le trajo un dibujo hecho por él de Naruto, uno de sus personajes favoritos, todo un detallazo. Desde luego, cuando volvamos aquí repetiremos.

Una comida deliciosa, exquisita y super sabrosa. Un trato espectacular por parte del camarero, la comida servida en unos tiempos perfectos y un ambiente muy tranquilo y familiar.