Concepto y elaboración, son los dos elementos que definen la aventura gastronómica que hemos disfrutado en este restaurante. La oferta está basada en productos de la tierra donde se aprecia calidad y buen trato, donde el protagonista es el Mar. Los platos con una cuidadosa presentación, te retan a descubrir una variedad de sabores muy bien ensamblados. Pero hay matices que impiden poner la máxima valoración. La temperatura de algún plato a la hora de servir no era la adecuada, restando potencial. El Jarrete de Cordero y el puré de patata, estamos hablando de un plato que pagas 31 euros, templado tirando a frio , seco. No es un plato recién elaborado, no existe jugosidad. Jarrete es uno de los cortes donde la carne adquiere más intensidad de sabor, pero hoy, no lo han logrado. Por este precio hay que ofrecer cocina al momento.
Bacalao un plato espectacular.
Las Vieiras, sin lugar a dudas el plato estrella.
Servicio ese día estaban despistados o relajados. Confusión a la hora de servir platos, te traen unos que no habías pedido, pides una infusión y te traen otra, etc. Un local donde te cobran estos precios, la maquinaria de servicio tiene que estar más organizada y ensamblada. Recomendable
El parador es espectacular pero el restaurante no está a la altura del sitio (solo el precio). La comida muy normal y el comedor muy desangelado para las vistas que tienen. El personal muy simpático y agradable.