Nautic La Grana en Ferrol

Un sitio agradable para ir con familia o amigos. Al principio estaban un poco saturados, pero fueron muy amables y cuando cogieron ritmo, fue todo estupendo (estas cosas pasan y se agradece que te avisen) La comida muy bien, fuimos varios y probamos varias cosas; pulpo, croquetas, pescado del día... Y nos gustó todo bastante. El restaurante está en un pequeño pueblo de la ría de Ferrol y es muy agradable (incluso con la tremenda lluvia que hubo). En los días buenos los niños tienen una plaza para jugar. Muy recomendable por la comida, el servicio y el entorno.

Un buen sitio para comer mirando al puerto mientras ves como sube la marea.

Un sitio que me encanta,tanto el ambiente como la comida y unas vistas excepcionales.

Este rincón, de bonita arquitectura gallega rústica, con terraza copera que permite una excelente vista a la ría, con Ferrol enfrente, merece, sin dudarlo, más visitas de las que recibe. Solo tenían un camarero para atender las mesas, pero se desempeñó perfectamente, con diligencia y buena actitud. Aquí hacen un salpicón de Txangurro exquisito, que siempre pido, y cuya calidad es constante y así se mantiene en el discurrir de los años. El emplatado es perfecto y da un plus de atracción a lo principal : el exquisito y singular ( porque lo hacen diferente al que tomamos en otros restaurantes ) salpicón. Los tacos de empanada de atún, detalle de la casa para la espera para el primer plato, también fueron notables y acompañaron el primer sorbo del Huguet de Can Feixes Reserva de 7 años, un Corpinat de 2015 ligero, refrescante y equilibrado, con una segunda fermentación en botella - sobre lías - de unos 7 años, algo que anuncia su etiqueta. Parellada, Macabeo y Pinot Noir, con gusto de manzana verde y cítricos son el alma de este espumoso. A continuación tomamos unas logradas croquetas de camarón, caseras, plenas de sabor y de acertada textura. Rematamos con unos calambres fritos a la romana o a la andaluza, según criterios, con un rebozado fino, como debe ser, y sobre un lecho de patatas fritas cortadas en finas lajas, un peligro !, pues "entran" sin darse uno cuenta. El pan artesano que nos sirvieron, bien, al decir de mi amiga, que fue quien lo probó, asumiendo asimismo la "responsabilidad" sobre el postre, un helado artesano de sugerente e intenso color naranja, de cítricos y verduras. Un buen remate para todo lo anterior.

Comida sabrosa pero el tamaño del postre muy pequeño para su precio.

Para volver. La comida muy bien y luego el sitio maravilloso.

Sitio tranquilo con vistas relajantes. Personal amable.

La comida estaba buena. La unica pega que le puedo poner a la comida es que pedimos una ensaladilla del mar y lo unico que tenia de mar eran dos trocitos enanos de atun, el resto era guisantes. El resto estaba bueno. El servicio un poco lento pero los camareros eran amables. El ambiente en general muy bueno.