Nastura en Oviedo

Mis amigos me llevaron allí mientras los visitaba en Oviedo y todo fue genial. La comida era increíble, un gran ambiente y los postres también eran increíbles. Definitivamente vale la pena una visita.

Hemos podido disfrutar de una fantástica cena en Nastura y ha sido una experiencia muy interesante y recomendable como para repetir. No le ponemos las 5 ⭐️ a Ambiente porque hacía un poquito de frío en la sala. Por lo demás, todo muy muy bien.

Ambiente inmejorable en el centro de Oviedo, con vistas a la nueva entrada a Oviedo, y sillones cómodos en una terraza semicerrada espectacular.

Comida muy buena, trato y servicio inmejorable. Consideraron que uno de los platos tardaba demasiado y nos pusieron media de croquetas por las molestias(que nosotros no percibimos). La sorpresa llegó con el ticket, a parte de las croquetas nos invitaron al postre, dos vinos y los cafés. Para tener en cuenta, muchas gracias a Javier y al resto de camareros

Muy buena atención, buen menú y buena calidad precio.

La atención es espectacular y la comida igual. Las bebidas, los tacos, la hamburguesa y todo el personal que me recibió desde que entré por la puerta hasta que terminé de comer. Simplemente de diez.

Se come muy bien, la calidad de producto es buena y el precio va bien. El servicio es muy buenos, es de los pocos sitios donde vimos profesionales hosteleros. Los tiempos bien y el ambiente es muy relajado, no comes con sensación de prisa.

Una manera distinta de probar aquellas comidas del día a día, amplísima carta de vinos, no así la de comida...

Como se diría en el argot mucho lirili y poco lerele, lo que traducido al sector hostelero, demasiada pomposidad para un servicio caro y escaso, pedimos el menú a mesa completa consistente en alcachofa con flor de sal y limón (un restaurante que se respete un poco así mismo y a su cocina no puede poner 2 alcachofas a unos comensales y tan solo una a otros), 3 croquetas de jamón (a día de hoy nadie va a poner en duda la testura y sabor de estas afamadas croquetas), taco de gamba en tempura (correctísimo y buen conjugado en sabores), bacalao al pilpil con acelgas (caso similar al del primer plato, con unas diferencias abismales entre unos trozos y otros, de sabor espectacular), arroz de pitu de caleya (ni en broma es su arroz, yo lo he comido en La Salgar y este no se le parecía más que en el nombre, el pitu seco y el arroz de andar por casa) y para finalizar una tarta de chocolate fundente con bola de helado (no te ponen este postre ni en un menú de semana en una taberna), todo 45 € sin bebida, en resumidas cuentas, mi apreciación es que se trata de un restaurante para hacer caja y compensar “las pérdidas” que puedan ocasionarle a Nacho Manzano sus otros restaurantes con Estrella Michelín, una desilusión enorme

Es un establecimiento muy moderno, con buen servicio y buena cocina, esta vez con una estupenda actuación musical, pero al local le falta algo para ser acogedor. Repetiremos .