Ñam Restaurante Max Cente en Barakaldo

La comida muy bien, el servicio correcto, la música un poco cansina

Buenos pinchos, menú decente, pero mucho calor y mucho ruido en el comedor interior.

Últimamente cuando hay mucha gente las raciones se empequeñecen... como la lasaña de berenjenas. Es mejor que digan que se agotó... en vez de sacarte como una cucharada de lasaña.

Se come muy bien la verdad, un poco agobio de gente pero el trato increíble.

La comida, presentación, postres, atención... Todo muy bien

Segunda vez que comemos aqui y estamos encantadisimos. Menu super variado y todo tiene muy buena pinta. La comida super rica.

El servicio y la comida ha sido de calidad, pero a modo de sugerencia, destacaría el hecho de que si un plato lo presentan en carta como chipirones con cebolla caramelizada, la cebolla no sea algo que haya que buscar, sino que sea de una cantidad que permita disfrutar de ella. Por lo demás volveremos seguro a este restaurante, pues es de encomiar que se pueda ir a un restaurante donde ofrezcan una carta para celíacos y que además tenga menú.

Hemos solo tomando algo con pinchos

Ir a comer con los niños a veces puede ser una misión complicada, pero encontrar este Ñam ha sido un acierto total y una experiencia fantástica para toda la familia. Buscábamos un sitio rápido, con comida que nos gustara a todos y donde los peques estuvieran a gusto, ¡y dimos completamente en el clavo! La barra de pinchos es una maravilla, con una variedad increíble para todos los gustos. Tienen desde los clásicos que nunca fallan (la tortilla de patatas, las croquetas cremosas, la chistorra...) hasta opciones mucho más originales y elaboradas para los adultos. Todo se ve súper fresco, apetitoso y lo reponen continuamente, garantizando la calidad. Pero lo que realmente nos ha conquistado y el motivo de esta reseña es lo increíblemente bien que se lo pasaron los niños. Les encantó el concepto de poder acercarse a la barra con su plato y elegir ellos mismos lo que querían comer. Se sintieron súper mayores y autónomos. Para ellos, fue como un juego y, como resultado, ¡se comieron todo sin una sola queja! Las mini hamburguesas y los montaditos de pollo empanado fueron un éxito rotundo. Además, el ambiente del local es animado e informal, perfecto para que los niños puedan hablar y reír sin que los padres estemos preocupados por si molestan. El personal fue encantador, muy paciente y nos facilitó una trona nada más llegar. Son esos pequeños detalles los que marcan la diferencia cuando vas en familia. En definitiva, es un lugar 100% recomendable. La relación calidad-precio es estupenda, comes de maravilla y, lo más importante, es un espacio donde los niños son bienvenidos y disfrutan de verdad. ¡Nosotros ya lo hemos añadido a nuestra lista de sitios fijos para repetir muy pronto!

Servicio super rápido. Buena comida. Opción de medio menú entre semana (1 plato, bebida y postre) y en fin de semana menú completo (2 platos, bebida y postre) Muchos platos variados y para todos los gustos y buenas elaboraciones.