Mugaritz en Errenteria

Teníamos muchas ganas de una velada especial, pero lamentablemente, no nos convenció del todo. La carta se centraba principalmente en mariscos; sin duda, un concepto coherente, pero algo desequilibrado para nuestro gusto. Los platos estaban bien elaborados, pero les faltaba sabor y, en ocasiones, equilibrio. Un toque más de emoción, especias o contraste habría mejorado muchos de ellos. Además, habríamos agradecido una explicación más detallada de los platos. Sobre todo con combinaciones creativas o inusuales, habría sido útil comprender el concepto que las inspiraba. Tal como fue, algunas cosas quedaron sin aclarar. Como punto positivo, cabe destacar el atento servicio y la excelente selección de vinos, ambos de gran calidad. Sin embargo, la experiencia en general no nos satisfizo por completo. Por lo tanto, probablemente esta sea nuestra última visita, aunque en general respetamos el concepto y la calidad.

Si buscas algo diferente, este restaurante es para ti. Tanto nuestros amigos como nosotros hemos visitado numerosos restaurantes de alta cocina; es toda una experiencia y, si estás con la mentalidad adecuada, te encantará. Es una experiencia discreta, nada de El Mago de Oz ni zapatillas rojas, al menos no a simple vista. Empezamos con un ambiente relajado de lounge de montaña para un aperitivo y un amuse-bouche. Después, nos transportamos rápidamente a un mundo de fantasía con una sopa sorpresa, y de ahí pasamos a una mezcla de Alicia en el País de las Maravillas, Willy Wonka y alta cocina (más bien a lo que me recordó la comida, ya que el restaurante es tranquilo, cómodo y refinado). El servicio y la atención al detalle, incluyendo las restricciones alimentarias, fueron amables e impecables. Su selecta carta de vinos tiene verdaderas joyas. ¡Lo pasamos de maravilla! ¡Muchas gracias!

El servicio y el ambiente fueron fabulosos. La comida era típica de la tierra, pero este lugar no es para todos. La comida fue excelente. Es una verdadera experiencia gastronómica.

Ha habido varias reseñas horribles en video de este restaurante, hechas principalmente por influencers que buscan publicidad clickbait para pagar su comida. ¡Qué pena que un restaurante tan increíble sea ridiculizado por gente tan ignorante y desagradable! He comido en muchos de los restaurantes más famosos con 2 estrellas Michelin, ¡y este es el mejor! No es para quienes buscan el típico cordon bleu francés con salsas ricas; es para amantes de la gastronomía que desean experimentar una verdadera aventura de sabores y combinaciones. Salí con la sensación de haber disfrutado de la comida más memorable, emocionante, inspiradora y deliciosa de mi vida. ¡El servicio, cálido e increíble, es insuperable! ¡Vayan y disfruten! :-))))

Creatividad, producto y trabajo, que dan como resultado una experiencia que es dificil de encontrar en un restaurante! Gracias a todo el equipo de Mugaritz, en especial a Ramon, por su tiempo y amabilidad!

Quizas llegué con demasiadas expectativas y la experiencia quedo diluida en una excesiva presentacion de ´artificio`. No cabe duda que el menú degustación fue brillante e ingenioso. Para mi gusto demasiada tecnica y demasiado atencion en la presentacion de comida. Daba sensacion de ser más artistico a la vista qué al placer sensorial del paladar. En general estuvi bien pero personlamente me decepcionó para con las expectativas que yo tenia para con el restaurante.

Posiblemente uno de mis restaurantes favoritos, no solo por el sabor de la comida, sino por la experiencia única que ofrece. Es un restaurante peculiar y definitivamente no para todos, pero fue una experiencia divertida y única. Sin embargo, no recomiendo venir si eres exigente con la comida...

Para mí es el Mejor restaurante de país vasco.

Mugaritz es una experiencia conceptual y radical, al igual que la visión de su chef, Andoni Luis Aduriz. Desde el primer bocado, servido en el jardín, está claro que aquí nada es convencional: se come con las manos y se piensa con el paladar. El servicio es cálido y discreto, nunca intrusivo. Cada plato es una provocación, una invitación a cuestionar hábitos y expectativas. El icónico cuaderno despierta la reflexión y te atrae. Mugaritz no tiene como objetivo complacer — tiene como objetivo inquietar. Es un lugar para aquellos que buscan preguntas, no solo respuestas. Un viaje donde la técnica y la imaginación se funden en un sabor nuevo y contemporáneo, fascinante incluso cuando desorienta.

Cuando reservé una mesa en Mugaritz, debo admitir que estaba un poco indeciso después de leer algunas de las críticas negativas. No es una cena casual, es una inversión significativa, y yo iba con mi esposa y dos hijas adolescentes. Pero después de experimentarlo de primera mano, me siento obligado a compartir mi historia, porque las críticas negativas simplemente no hacen justicia a lo que ofrece Mugaritz. Desde el momento en que llegas, está claro que no es un restaurante común. Escondido en una hermosa finca en las afueras de San Sebastián, Mugaritz se siente como algo salido de un sueño: una impresionante casa moderna junto a una cabaña rústica, inmersa en la naturaleza, con un magnífico árbol que se eleva sobre el paisaje. El entorno por sí solo es mágico. Le dan una cálida bienvenida y lo llevan al jardín para tomar un aperitivo y un pequeño bocado para comenzar el viaje. El personal era excepcionalmente amable, bien informado y atento, especialmente con nuestras hijas, asegurándose de que se sintieran cómodos e incluidos en lo que podría haber sido una experiencia intimidante. Antes de la cena, te invitamos a una actividad corta e íntima dirigida por el chef Andoni Luis Aduriz. No voy a arruinar la sorpresa, pero es personal, reflexivo y algo que recordarás. Una vez sentado, comienza la verdadera experiencia. No hay juegos de cubiertos —intencionalmente— que inviten a reconectar con la comida de una manera cruda y sensorial. También se te entrega un cuaderno lleno de reflexiones y definiciones caprichosas que te animan a pensar, sonreír e incluso aportar tus propios pensamientos. Es original, juguetón y profundamente filosófico. La carta de vinos viene en dos versiones: una clásica, con excelentes añadas de reconocidas etiquetas, y otra moderna, atrevida, y llena de sorpresas. En cuanto a la comida, aquí es donde debes venir con la mentalidad correcta. Mugaritz no se trata de satisfacer las expectativas tradicionales. Se trata de experimentación, creatividad y emoción. Cada plato representa meses de preparación, ensayo y error, y visión artística. No solo estás comiendo, sino que estás presenciando cómo se desarrolla una historia. También quiero agradecer al chef y a su equipo por hacer un esfuerzo adicional. Una de mis hijas no come pescado, y mi esposa prefiere su carne bien hecha. El equipo se adaptó sin dudarlo, preparando platos personalizados que aún se ajustaban al espíritu del menú. Pasamos varias horas en la mesa, disfrutando no solo de la comida, sino también del tiempo en familia. El Chef Andoni y varios miembros de su equipo visitaron personalmente nuestra mesa durante toda la noche, compartiendo historias e ideas que hicieron que todo se sintiera genuino y sentido. A Mugaritz, al chef Andoni Luis Aduriz y a todos los involucrados — gracias. Nos has dado una de las experiencias culinarias más memorables de nuestras vidas, y siempre la valoraremos. Tienes mi más alto respeto y profundo aprecio.