Mozzatura en Palma de Mallorca

Una de las mejores pizzas que he comido. Felicitaciones

La pizza está muy bien!! estilo italiano,variedad para elegir. Las croquetas de entrante son excelentes. El trato muy amable. Recomiendo

¡Excelente pizza italiana sin tener que decir nada más!

La pizza está bien, aunque ni de lejos es la mejor pizza napolitana de Mallorca. Pero lo más decepcionante ha sido la atención al cliente. He pedido sentarme en una mesa con sofá para poder darle el pecho a mi bebé y no me han dejado, estando el restaurante completamente vacío (eran las 19.30 de la tarde y solo había una pareja) a pesar de decirles que nos iríamos muy rápido… Además, hemos pedido si podían poner un poco de rucula sobre la pizza y el cocinero se ha negado… Son pequeños detalles que a ellos no les cuestan nada y sin embargo hacen la diferencia entre un buen y un mal servicio al cliente. No volveré

Pizzas con buen sabor, aunque la masa no aguantaba los ingredientes y se caía todo. En una de las pizzas, el tomate era demasiado líquido y estaba aguada. El servicio es bueno y rápido.

El servicio muy bueno, el local bien ambientado. Un poco decepción en la pizza nos habían hablado muy bien pero encontramos la pizza nada crujiente en la base y en lo bordes goma. Un pena.

Un lugar que te transporta a Napoles, la comida es fantástica. Los productos son de Italia y le dan ese sabor especial que tiene la comida italiana. El servicio fué de 10. Sin lugar a dudas repetiremos! De los mejores italianos que he probado.

Pizzeria napolitana con unas pizzas increíbles y una calidad del producto estupendo. El secreto realmente está en la salsa de tomate y la calidad de queso. Solo hay que probar la marinara, con dos ingredientes: tomate y ajo, combinación sencilla y estupenda. Los camareros son muy simpáticos y atentos. No dejéis de probar sus postres y las cervezas italianas, si te apetecen los sabores nuevos: Ichnusa y Messina. Y chupitos de limoncello para acabar una estupenda cena!

Hemos ido en ocasiones anteriores —unas cuantas— a este restaurante. Y, hasta esta última, no habíamos tenido problemas. Pedimos una pizza de cuatro quesos. En un tiempo récord nos sirvieron la pizza; la cual presentaba varias zonas quemadas —la fotografía subida es bastante ilustrativa—. Pero, paradójicamente, al contacto, no estaba suficientemente caliente. No obstante, nos centramos en comer la parte no quemada, apartando las superficies que sí lo estaban. La tarea fue infructuosa, pues el sabor de la parte no quemada se había contaminado del de las áreas churrascadas. Cuando la camarera me preguntó cómo había ido, le expliqué la incidencia. Se disculpó, y vimos que se lo comentó a una pizzera. No lo consideramos suficiente y, después de pagar, solicitamos a la misma camarera hablar con la encargada. La encargada me recibió, a la salida; manteniéndose en todo momento detrás de la barra. Esgrimió dos razones (clásicas en estos casos): 1. Las pizzas de cuatro quesos son difíciles de cocinar —hemos probado infinidad de pizzas cuatro quesos, ninguna quemada—. 2. Por qué no lo habíamos dicho al principio, ya que hay clientes a los que les gusta así... Ante lo cual, queremos hacer constar: 1. La pizza no debería haber sido servida. 2. La pizza tendría que haber sido desechada por los pizzeros. 3. La camarera, al recibirla, debería haberla rechazado. Y, de haber habido oposición por parte de los pizzeros, tendría que haberlo comunicado a la encargada. La encargada me devolvió el importe de la cena, 20 euros (10 euros por cada uno de los dos comensales). Educadamente le di las gracias, aun considerando que no nos estaba regalando nada. Es agotador que siempre se traslade la responsabilidad al cliente, con excusas y falta de autocrítica. Concluir que es muy poco probable que volvamos al establecimiento.

A Mozzatura yo ya había acudido, pero muy bien no me había ido. Vengo en una segunda ocasión, porque són el rey del perdón. Esta vez he quedado encantado, el colesterol mucho he elevado. Me pido una pizza Burrata, porque no soy rata. Un poco de burro sí que peco, pero el paladar no tengo seco. Y es que la pizza Burrata me hace la boca agua. Su jamón por siempre recordaré, en mi pecho lo refregaré. La burrata rompo con mi cuchillo, huele mejor que el tomillo. En la boca es dulce y cremosa, en el bigote se asienta temblorosa. Me relamo mis pelillos con pasión, porque la burrata es mi religión. La pizza siempre es redonda, por eso pido una segunda ronda. Sin las esquinas que me llenen, quiero que una pizza Mortazza me entreguen. Lleva mortadela y crema de pistacho, no creo que tenga un empacho. Es suave y la mordida es delicada, le doy otra dentellada. Como voy sobrado, un postre me he regalado. Con su cobertura de pistacho he acabado, un manjar inesperadamente disfrutado. Era tan espectacular que me he dislocado el paladar. En Mozzatura muy bien he comido, menos mal que he repetido.