Montarto en Naut Aran

Centro de la ciudad, pero hay un autobús gratuito para ir a la estación de elevación. El conductor, Carlos, es un buen tipo y regresa rápidamente cada pocos minutos.

Cinco estrellas para un hotel de cuatro. Excelente calidad y variedad de comida.

Excelente ubicación, personal de recepción muy profesional y atento, en especial Diego y Abel (gracias por vuestro asesoramiento de las pistas de esquí y de la oferta gastronómica). El transporte a la telecabina excepcional, Carlos es una máquina de simpatía y servicio. Volveremos

El equipo de recepción es el mejor. Abel, Irene, Carla, Diego, María son geniales. El botones es genial y el show cooking Álvaro siempre me hace buenas tortillas. Espero que todos lleguemos pronto.

Todo perfecto, instalaciones, limpieza, personal, servicios, la calidad de la comida del desayuno...tanto que antes de irnos hemos reservado para volver en unas semanas; sin embargo, disminuyo la valoración por algo incomprensible, el AGUA! Hemos pedido agua del grifo en la cafetería y de una forma muy elegante ( chapó por el camarero) nos ha transmitido la directriz de no facilitar agua del grifo e inducir al consumo de agua embotellada. De hecho no disponen de jarras para agua. Me parece un detalle CUTRÍSIMO, más teniendo en cuenta la calidad del agua de aquí. Además de que por ley se debe suministrar agua del grifo sin coste.

Es el segundo año que nos alojamos en el hotel y va a peor. Sólo destacaría y muy por encima del resto a Carlos, el conductor se merece todo nuestro cariño y respecto, siempre ayudando y de buen humor. Aspectos positivos: cercanía a pistas y habitación renovada, y la comida en pistas Aspectos a mejorar: el personal de recepción antipático y nada amable, ejemplos: llegamos a las 14:45 con una niña mala y no nos dan la habitación sin más explicación que hasta las 15:00 no se hace el checking, otro ejemplo de la misma persona, cierran la sala de pin pon para niños y me dice "no se preocupe hay futbolines a 10 minutos en la galería" (niños de 5 años), o respuestas tipo "si ya lo sabe para qué pregunta". El buffet ha empeorado, sobre todo en la cena, antes te ofrecían un primero buffet y un segundo emplatado, ahora el segundo ya lo tienes que coger del buffet. Les pedí el lunes yogurt sin lactosa, y me dijeron que mañana lo traían, me fui el viernes sin catarlo, el personal antipático, varias veces les pedimos juntar las mesas, y nos dijeron "no nos dejan, lo siento", y en dos ocasiones en aquellas mesas no que "están muy separadas", total cenamos doce en dos mesas de cuatro... La sala de juegos que anuncian como servicio llena de trastos sin espacio, el primer día me dijeron que era debido al FWT, y que mañana desparecerían, nos fuimos el viernes y los trastos ni se movieron, y tuve que ponerme borde para que el jueves les dejaran jugar. La piscina, es un spa de agua fría, por más que indicamos si podían subir la temperatura nos dijeron que dependía del tiempo exterior.. Pedimos dos taquillas por ser cuatro personas y nos dijeron sencillamente que NO El precio de las consumiciones un poco abusivo, 3,30 por un descafeinado...

Mi única pequeña queja fue que hacía demasiado calor. Todo lo demás fue excepcional 😀

Nosotros nos alojamos en un apartamento pero todo ha sido perfecto. El checking y el checkout muy fácil al hacerlo en la recepción del hotel. El apartamento era para cuatro y tenía de todo y muy cómodo. La ubicación inmejorable si quieres esquiar.

El verdadero motivo para repetir, será por la atención, amabilidad, dedicación y profesionalidad de CARLOS. El servicio de transfer a pistas se hace con una agradable sonrisa y te proporciona información de gran valor para aprovechar tu día de esquí.

Llevo muchos años pasando las Navidades en este hotel por su excelente ubicación,el buen trato del personal y la calidad de las instalaciones.Recientemente han hecho unas reformas en las habitaciones que no han sido muy acertadas en cuanto a ventilación en el zulo donde se ubica el inodoro. Se perdió una Sala de Juegos de Mesa y Lectura en beneficio de otras instalaciones y ya no se dispone de un lugar habilitado para sala de estudios y de teletrabajo de los jóvenes estudiantes que tienen examen a la vuelta de las vacaciones y aprovechan la tarde noche para repasar. No es extraño encontrarse a profesionales trabajando con el portátil desde los descansillos de los ascensores por no encontrar un mínimo espacio de concentración. Por lo demás todo bien excepto las dificultades para conseguir que en el bar,los gin tonics vayan acompañados de algun platito de peanouts o similar. Volveremos a ir pero.....