Monastrell en Alicante

Una experiencia inolvidable. La Cubierta del Monastrel es un lugar diseñado para concentrarse en usar los sentidos en la experiencia gastronómica. Armonioso y la experiencia y con un menú que deja cada ingrediente ser saboreado “per se”, con ingredientes que lo acompañan en un equilibrio bastante único. Disfrutamoa el Menú Monastrel y cada platillo nos zambulló en sabores y presentaciones variadas de la tierra y el mar. El aove exquisito y los panes espectaculares. Las secuencias de platillos , presentados en cerámica, madera y piedra, también invitan a concentrarse en el paladar sin distracciones. Entre mis favoritos están : los panes con aove, menestra de betas de colores con castañas, bacalao al pi pil de colmenillas, el mejillón escaldado, y la culminación de postres con capas crujientes , suaves y frías. Fabuloso e inolvidable lugar. Esperamos volver.

La comida estupenda, Maria José y todo su equipo unas grandes profesionales, totalmente recomendable.

Excelente comida, y amabilidad del personal

El mejor, con la mejor calidad y la mejor comida

La ubicación es única unas vistas preciosas y la comida de calidad y muy fresca me encantó!

Comida riquísima, con atención todavía más excelente y profesional

Estuvimos en un evento empresarial y realmente lo recomiendo, la experiencia muy agradable, la comida exquisita y el trato inmejorable. Gracias M. José

Un placer disfrutar y darnos de comer. María José ha sido una delicia conocerte y explicarnos de primera mano como saber paladear tus delicatessen.

Son mucho mejores sus hermanos pequeños. Somos clientes habituales de la taberna y de la vaqueria, ambos extraordinarios. Fuimos a monastrell con altas expectativas. Y no salió como esperábamos desde el principio. Teníamos reserva a las 2230. Llegamos 2236 y la puerta estaba cerrada. Tuvimos que llamar por teléfono para que nos abrieran. Luego vimos un mail de las 2234 cancelando la reserva. 4 minutos de cortesia! Y al sentsrnos nos dijeron que fuéramos rápidos... que la cocina tenía que cerrar. Al final lo arreglaron invitándonos a ver los fuegos desde la terraza. Y no entendimos por que no había sido allí toda la cena. Es espectacular!

Fui con mi madre por su cumpleaños, desde el primer momento nos hicieron sentir como en casa: la acogida, la atención personalizada y lo cuidado de la elaboración de los platos. María José un detalle especial con mi madre y me pareció emocionante. Toda una experiencia que abarca más que la excelente gastronomía