Moanin en Boiro

Un bonito restaurante, con un buen servicio y un producto de calidad. Tienen menú por 15 € , no es abundante pero muy bueno todo. El local con estilo todo un descubrimiento.

La comida está buena y la atención de los camareros excelente. Para repetir

Alta cocina, un servicio extraordinario y un local muy agradable

Buen restaurante de la zona, con una propuesta diferente. Cuidada decoración y excelente servicio. La comida está muy bien preparada y emplatada. Mientras tanto, el precio me pareció un poco elevado para el tamaño de las porciones. Definitivamente regresaremos

Hemos reservado en este local para cenar, una experiencia que vale mucho la pena, toda la carta es recomendable, todo muy rico y bien presentado, volveremos seguro 💯

Excelente sitio con una comida diferente y sabores muy potentes

Oro parece, y desde luego lo es. No sé si se merecen la estrella michelín, pero desde luego hace tiempo que deberían estar en la guía, como mínimo. Está claro que no es un local para todo tipo de público, y menos en una zona donde el cliente medio está más acostumbrado a la abundancia, los precios bajos y la escasa elaboración. En este ambiente tan hostil, el Moanín se ha ganado su espacio, destacando de forma sobresaliente. La cocina, perfectamente elaborada y presentada, se acompaña con un ambiente tranquilo y relajado, y una atención esmerada. La comida es gustosa, elaborada y presentada con mimo. Probamos 6 platos y un postre, de los que destacaron para nosotros los tacos de papada ibérica, con gambón y salsa kimchi, el canelón de jarrete con bechamel de trompetas de la muerte y el postre, el trampantojo de manzana verde. Estos destacaron, pero de los demás no hay pega alguna, todo estuvo de 10. Volveremos sin duda.

Fui varias veces con la familia. La comida, diferente, deliciosa y con una presentación muy original. La atención al cliente de 12. Nos encantó a todos. Me aseguré de volver.

Un lugar muy acogedor, con muy buen ambiente, personal maravilloso y comida deliciosa! Volveremos seguro.

Lo primero decir que la comida nos pareció muy buena a todos. Lo que no me pareció ni medio normal fue la contestación de una camarera cuando le pedí muy amablemente y sin ningún tipo de apremio que cómo iban nuestros segundos, después de llevar tres cuartos de hora esperando. Esta persona me contestó como si yo tuviera 4 años y no hubiera ido nunca antes a un restaurante diciendo que había más gente en el restaurante y que se servían los primeros antes que los segundos, todo ello sin darme lugar a réplica, dicho lo cual, se dio media vuelta y me dejó con la palabra en la boca y muy a disgusto porque, en ningún momento, exigimos ni protestamos. La pregunta fue que cómo iban nuestros segundos. Nos fuimos sin pedir postre ni cafés. A pesar de que la comida merece la pena, no nos han quedado ganas de volver. No creo que sea forma de tratar a un cliente, la verdad.