Miramar en Llançà

Restaurante de cocina de autor, con estilo mediterráneo, trabajan muy bien todos los platos, marisco, verduras, pescado y carnes. Todos productos de excelente calidad, la mayoría de km0. Los propietarios, Paco en la cocina y Montse en la sala, pendientes de que todo sea de tu agrado y poder cumplir con las expectativas del menú. El servicio muy bien, impecable, son muy discretos y están atentos a cualquier detalle que solicites. El espacio muy agradable hemos comido en el reservado de la bodega, sala llamada Dom Pérignon, privada, muy amplia y confortable. Hemos hecho el menú de fin de año, con unos aperitivos, cinco platos y postres: De aperitivos nos han servido, Percebe, Tartaleta de vieira, Pastel de cangrejo, Tartaleta de trufa y un Bikini de foie. De Platos, hemos comido, Tataki de atún y Tartar de atún Guisantes lágrima con erizos Vieira con huitlacoche y caviar Mero a la brasa madurado con trufa y puré de nabos de Campmany. Manto de otoño, láminas de wagyu con trufa negra. De postre, ensaimada con nata y helado de trufa, esponja de chocolate con limón y yusu. De beber nos han servido un champán muy bueno, los vinos blanco y el tinto del Empordà. Relacion calidad precio muy correctas, las dos estrellas son muy merecidas, vale la pena ir y disfrutar del menú.

¡Absolutamente fabuloso! Platos de gran sutileza, muy sabrosos. Mucha originalidad y presentaciones muy bonitas. Segunda estrella Michelin muy merecida. Personal absolutamente perfecto, sonriente, eficiente, muy adecuado. Un muy buen ejemplo de la alta gastronomía catalana; Es realmente lindo ver cocineros que se atreven a innovar y explorar una cocina centrada en los mariscos capturados en la región. No sólo lo recomiendo mucho, sino que diría que es una visita obligada para todos los amantes de la comida gourmet que pasan por la región. No podemos esperar a volver.

Fuimos 6 amigos disfrutones y la experiencia fue magnífica. El menú una pasada , sobre todo los 10 primeros platos , el maridaje no fue mucho de nuestro agrado, pero para gustos colores. Acabamos en su terraza interior. El servicio , en especial Guillem un 10, mucha paciencia y risas con los 6 que éramos. Totalmente recomendable

Magnífico restaurante tanto en el plato como en la bienvenida. Fuimos allí este verano durante nuestras vacaciones y estaríamos encantados de volver. Por supuesto, el precio es alto, pero estamos felices de haber ahorrado para afrontar este momento. Completamente a la altura. Bravo por el trabajo duro y el talento.

Pasé una noche en este magnífico hotel. El hotel es acogedor, materiales de primera calidad, vistas al Puerto. Habitación superior con todo el confort y cuidando hasta el más mínimo detalle. Personal muy acogedor, muy servicial y atento. ¡Realmente genial!

Increíble experiencia! Fuimos a celebrar mi cumple, todo un acierto. El trato un 10, fueron cercanos y muy amables. Me regalaron una tarta sorpresa por mi cumple y Paco Perez vino a saludarnos en persona

Tanto la acogida, el trato cercano y amable del personal, el desayuno, las acogedoras habitaciones con vistas, estuvieron esta vez de fábula, como en nuestra primera visita hace unos años. La comida, mejor todavía que nuestra primera vez. Dejo las fotos que hablan por si solas. Volveremos.

Vamos una vez al año para celebrar el santo de mi mujer. Menu degustación fantástico, servicio impecable y una calidad del producto inmejorable. A mejorar poder ofrecer aparcamiento a los clientes

Estuvimos comiendo en estas vacaciones. La experiencia general muy buena aunque hacía menos de un mes estuvimos en Aponiente y, aunque es cierto que éste tiene una estrella más, Miramar está bastante por debajo en las elaboraciones e investigación previa y aunque algo más barato, creo que cobran demasiado, tal vez por el lugar turístico en el que está emplazado. Las materias primas son muy similares tratándose de restaurantes que se centran en el mar y muchos platos son similares. El trato es muy bueno y vale la pena llegar un poco antes para tomarse algo en la terraza trasera con vistas al huerto de flores y plantas comestibles.

Une expérience inoubliable, des plats magnifiques, des saveurs extraordinaires et un personnel aux petits soins. Notre serveuse nous a expliqué tous les plats en français et étais vraiment à l’écoute. le caviste a été d’une grande aide pour choisir le vin.(car le choix est énorme) Je lui ai demandé de me conseiller ce qu’il a fais avec succès à un prix abordable. Les plats des enfants étaient aussi élaboré que les nôtres. Je recommande vivement ce restaurant si vous faites un détour par llança.