Miceli en Selva

Segunda vez que vamos y después de la sorpresa de un casi x2 en el precio del menú de hace varios años, la experiencia no ha sido tan buena como la primera vez, todo muy bueno pero la calidad/precio de antes se ha perdido. Lo peor el plato de cazón, demasiado básico para un menú de casi 60 euros. Todo lo demás bastante bueno pero sin ninguna sorpresa, muy lineal.

Disfrutamos , recomiendo el menú degustacion largo , fue exquisito ,5 platos y dos postres ,no sabría decir cual de ellos era mejor , me sorprendió muy gratamente la sopa de espinacas con queso de cabra y el helado de mango en concierto de petazetas, una explosión de sabor y frescor en la boca. Enhorabuena por ese trabajo bien hecho y hacernos disfrutar el paladar.

Cocina de mercado. Un menú diferente cada vez dependiendo de los productos frescos del día. Muy buena presentación, cocinado perfecto y un servicio a la altura. Vistas bonitas y ambiente muy agradable. Sobre la localización hay que saber que no tiene aparcamiento al lado y las calles son estrechas y en cuesta. Por poner alguna pega, al ser un menú diario uno se arriesga a que no le gusten los platos de ese día, sin otra posible opción. Aún así, la cocinera los adapta dentro de lo posible a los gustos y posibles alergias.

Un restaurante maravilloso, con una comida también maravillosa y especialmente se nota que detrás hay una gestión impecable. Uno de los mejores sitios en los que hemos estado. Susana y José Luis

Cada vez que vamos a Miceli es, para nosotros, un deleite. Cocina elaborada con amor, una explosión de sabores en cada uno de los platos en los que Marga Coll plasma su pasión por el buen hacer culinario. En esta ocasión, destacar la crema de coliflor ecológica con toque de trufa y jamón ibérico, el canelón de "rostit", un espléndido arroz de sepia y carabinero y un pollo relleno de panceta ahumada y espinacas. Las cigalas en salsita picante fantásticas! Los dos postres del menú Miceli elaborados por José Lozano, a cuál mejor: fresas con vinagre de Jerez y sorbete de moras y un milhojas de manzana asada con crema pastelera y toque de canela. La tabla de quesos baleares que nos ha ofecido y explicado Javi, maravillosa. Y ese café acompañado de una selección de postres típicos de la isla es la guinda final a 3 horas de una atención exquisita. A Lucía, Lydia y Azucena, agradecerles su sonrisa, simpatía y esa cercanía que desprenden y que te hacen sentir como si estuvieras en casa. Y a todo el equipo Miceli, en general, enhorabuena por vuestro maravilloso trabajo! Deseando que llegue ya la próxima vez!!!

Restaurante superlativo que une la tradición con el mejor producto disponible. Menú corto o Miceli incluyendo una cuidada selección de quesos que vale mucho la pena. La bodega es amplia y tiene una RCP imbatible. Servicio muy esmerado en el punto justo entre la cercanía y la profesionalidad. Bib Gourmand en Michelín 2025.

Nuestra quinta visita a Miceli el jueves a la hora del almuerzo. Nos encanta. Este lugar es todo lo que esperarías de una "buena comida" en un ambiente maravilloso y a un precio muy razonable. El servicio es muy atento pero informal. La comida es fabulosa y el vino excelente. Vale la pena reservar mesa con mucha antelación.

Deliciosa comida y gran servicio.

Sitio espectacular, menú degustación, cantidad justa pero deliciosa. Saboreas platos de autor todo el rato. El postre supera expectativas. Recomiendo la experiencia.

Muy buena experiencia gastronómica en el corazón de la isla de Mallorca. Conseguida mesa de rebote gracias a una anulación disfrutamos de una buena cena en la que elegimos el que denominan menú corto. Ninguno de los platos decepciona, todos perfectamente elaborados y sabrosos. Bonito local, en ambiente rústico en medio de la población de Selva. Se agradece que la Xef explique y aconseje personalemnte. Cuando sea posible repetiremos.