Mesón Tamaya en Guadalajara

El Mesón Tamaya ha sido, sin duda, uno de nuestros descubrimientos gastronómicos más divertidos de los últimos meses. El local, con su encanto rústico al estilo “cowboy dominicano”, combina paredes de madera, detalles vaqueros y una iluminación cálida que te traslada al Caribe con un guiño a las praderas del Oeste. Nada más sentarnos, el servicio nos conquistó: amabilidad, rapidez y un trato muy cercano, explicándonos cada plato con pasión. La velada arrancó con unos patacones crujientes y dorados al punto exacto, que solo necesitaron un poco de sal y limón para brillar. A continuación, el picapollo —trozos de pollo rebozado, jugoso por dentro y con un sabor especiado ideal— se convirtió en el protagonista de la mesa. Y, por si fuera poco, los chicharrones aportaron ese toque de contraste entre la carne suave y la corteza crujiente que hace salivar a todo el mundo. La atmósfera se completó con una selección de música country que rompió cualquier barrera cultural y puso ritmo a nuestra conversación. Entre risas y anécdotas, sentimos que cada nota cobraba vida en aquel mesón lleno de personalidad. En definitiva, Tamaya es el lugar perfecto para una cena de amigos: platos contundentes y sabrosos, un ambiente único y un servicio impecable. ¡Repetiremos seguro!