Meson Guerrita en Córdoba

Un lugar excelente para ir a almorzar. Un trato muy cercano y atento. Unos platos exquisitos. No se quedan atrás las pizzas que puedes escoger. Recomiendo la parrillada y las puntas de solomillo.

Un buen lugar para comer a diario si no te apetece cocinar Recomiendo las croquetas

Hemos parado hoy a medio día a comer;mi mujer mi hijo y yo. Tienen menu del día de lunes a viernes y también platos a la carta.Cuentan con terraza o salón climatizado. Pedimos una ensalada mixta y un solomillo a los 4 quesos que estaba delicioso;íbamos a pedir algo más pero nos quedamos más que satisfechos con lo que pedimos. La atención magnífica y la comida más aún.Anotado en nuestros restaurantes favoritos cuando volvamos!

Comida tradicional, con buen vino y buen jamón. Las especialidades fuera del menú están insuperables. Y la atención como de la familia. Los guisos están estupendos y las bacalaillas no hay quien sepa igualarlas.

Estuvimos un grupo de seis personas, incluida una persona con movilidad reducida. Precisamente habíamos reservado a mediodía en terraza la noche anterior y cuando llegamos la terraza estaba llena y nuestra mesa no estaba. Empezaron a montarnos la mesa a la vuelta de la esquina del local en pleno sol y fuera de la vista de los camareros, asegurándonos que en un rato dejaría de dar. Nos negamos. Finalmente nos montaron la mesa y unas sombrillas cerca de la terraza y lo agradecimos aunque estábamos los últimos. Todo esto casi 30 minutos después de nuestra hora de reserva. Sin embargo, el servicio fue un desastre. De los dos platos al centro que pedimos solo trajeron uno y empezaron a traer los platos individuales pero cada uno a un ritmo diferente. Preguntamos por el plato que faltaba al centro y nos comentaron que se les había pasado, que lo sacarían pronto. Uno de los platos individuales también se les había olvidado y cuando lo trajeron ya todos los demás habíamos terminado de comer. Lo lógico es que si sales a comer en grupo, todo el mundo coma a la vez. Y, lo peor de todo, es que en ningún momento nos pidieron disculpas ni por no tener la mesa montada, ni por olvidarse los platos, ni por nada. Nos ofrecieron unos chupitos pero no los quisimos. Lo suyo es que nos hubieran ofrecido disculpas y si vas a tener un detalle, que sea algo diferente a un chupito donde la mitad de los comensales no podíamos beber alcohol o azúcar. La valoración media no es la que hubiera puesto si esta hubiera sido mi única ves comiendo allí. Por eso he intentado ser más justa con respecto a otras veces que hemos comido allí. Lo que no quita que quiera comentar esto aquí.

El camarero Rafa es un encanto muy amable y simpático, la comida espectacular si te encanta las bravas tienes que ir y probarlas aparte del solomillo 4 quesos una delicia.