Repetimos este año y nunca decepciona. Tiene un comedor con bonitas vistas. Carta muy reducida pero suficiente, fuimos a comer pulpo con cachelos, que en mi opinión, es uno de los restaurantes en el Bierzo, donde mejor lo cocinan. Las raciones son abundantes. Los postres caseros, la tarta de hojaldre muy Rica. Hay que reservar, solo sirven los sábados y domingos, pero siempre lleno. Volveremos, seguro.
elisa corral
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20 Agosto 2024
10,0
Goyo, conocido en El Espino como el gran maestro del pulpo a la gallega y el churrasco, era mucho más que un simple cocinero; era una leyenda viviente en la región. Su pequeña taberna, situada en una esquina pintoresca del pueblo, atraía a visitantes de todas partes, ansiosos por degustar sus platos que, según muchos, tenían un toque mágico.
La historia fantástica de Goyo comienza en una noche de verano, cuando el cocinero decidió aventurarse a los montes de León en busca de ingredientes especiales. Se decía que en esos montes crecía un tipo de hierba rara, conocida solo por unos pocos, que tenía el poder de realzar los sabores de cualquier plato. Goyo, siempre en busca de la perfección culinaria, emprendió el viaje.
Después de horas de caminar y casi rendirse, Goyo encontró a un anciano misterioso sentado junto a un arroyo. Este anciano, con una barba tan larga que casi tocaba el suelo, le sonrió y le ofreció un pequeño saco lleno de la preciada hierba. El anciano advirtió a Goyo que la hierba debía usarse con sabiduría, ya que podía transformar un simple plato en una experiencia mágica.
Regresando a su taberna, Goyo comenzó a experimentar con la hierba en su pulpo a la gallega y churrasco. El resultado fue asombroso. Los sabores eran tan intensos y exquisitos que quienes probaban sus platos afirmaban sentir como si fueran transportados a otro mundo. Algunos decían que podían ver paisajes marinos mientras degustaban el pulpo, y otros afirmaban que el churrasco les recordaba los días más soleados de su infancia.
La fama de Goyo creció rápidamente, y su taberna se convirtió en un lugar de peregrinación para los amantes de la buena comida. Sin embargo, Goyo nunca reveló su secreto, y solo usaba la hierba en ocasiones especiales, para asegurarse de que su magia no se agotara.
Una noche, muchos años después, el anciano misterioso volvió a aparecer en la taberna. Esta vez, le regaló a Goyo un pequeño libro de recetas mágicas, agradeciéndole por haber usado la hierba con tanto respeto y amor por la cocina. Goyo, con una sonrisa, aceptó el libro y desde entonces, sus platos no solo eran deliciosos, sino que también contaban historias fantásticas con cada bocado.
Y así, Goyo, el gran cocinero de pulpo a la gallega y churrasco, se convirtió en una leyenda inmortal en El Espino, recordado no solo por sus habilidades culinarias, sino también por la magia y la alegría que traía a todos con sus maravillosos platos.
Alex S.
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06 Agosto 2024
10,0