Mery Lou en L'Escala

Espectacular, se come muy bien, producto local, muy amables, te cantan la carta, los postres brutales!!!

Las bebidas que pedimos (sangría y el spritz limoncello) estaban buenos y a un precio razonable. En otros sitios cercanos estaban aguados y valían lo mismo.

El personal fue encantador y muy amable conmigo, mi esposa y nuestro hijo de un año. Los caracoles de entrada estaban deliciosos, la galta de plato principal era un poco normal y la porción de puré era pequeña. El pollo de mi esposa estaba bueno. Los postres estaban buenos. El vino estaba bueno. Mi principal problema fue que no había menú infantil; nos cobraron 15 € por los canelones y pedimos fruta de postre (para nuestro hijo). Nos cobraron 5,5 € por un melocotón que tuvimos que cortar nosotros mismos. ¡Un precio desorbitado!

Sólo decir que en Mery-Lou probé las mejores mejillas de cerdo que he probado nunca

Arroz con Cuño y Mejillones en el Thai Un mediodía claro, con olor a sal, la brisa suavemente te viene a encontrar. Un lugar tranquilo, sin prisas, donde la comida habla con palabras tiernas. Mejillones en Thai, con un toque valiente, y tomate burrado que se funde lentamente. El arroz con Cunyet, hecho con cariño, recuerda la playa, la arena fina. Las copas de vino no son ningún tesoro, pero la sonrisa del servicio lo dice todo de corazón. Hay calma, hay espacio, no hay ruido, y el mar parece más cerca que el sol. Los lavabos hacen sonreír, son diferentes, como si el agua bailara entre corrientes. Y el postre, de la tierra, de verdad, terminan el almuerzo como un buen beso callado. Faltaría aire, eso sí, un bufón, pero el aire del mar lo arregla todo. Alejado del ruido, te quedarías, para mirar el cielo y no pensar en otra cosa. Ruido de gaviotas...

¡Menú día laborable! Calidad precio inmejorable. Muy buena atención.

La comida fantástica, la atención una pasada, Mery súper maja! Super recomendado para pasarla bien!

Excelente los platos y super amables. Atendido por sus dueños. Recomiendo ir a probar los caracoles

Habíamos venido previamente y había poca gente . Nos había ido bien por lo q repetimos . Nada q ver con la experiencia previa. Habíamos reservado . Nos tomaron el pedido 30 minutos de llegar y empezamos a comer a los 45 minutos . Había una mesa grande , el ambiente super bullicioso. De primero la ensalada muy bien aliñada , de segundo comimos lo q había rape mi pareja y yo atún “ a la donostiarra “ . El rape pasaba , el mio estaba fatal . Pedazos pequeños de atún quemados x encima , pero de sabor mal . Otra vez con ensalada que estaba bien . El postre bien . El menú de 36 incluye pan ( algo seco ) vino correcto , postre que estaba sin presentación ( algo solitario dijo mi pareja ) pero sabor correcto , y café . El precio no está mal , pero creo hay q pedir arroz y ensalada . No sé si repitamos . Se q no repetiremos pescado , pero tal vez nos animemos al arroz.

Grata sorpresa, un pequeño pero buen restaurante, todo delicioso, y mucha amabilidad, volveremos