Merendero La Casina en Gijón

Gente excepcional y un muy buen trato, volveré seguro, ésta vez fui con un grupo, pero iré con la familia

Precioso. Sencillo. Casero. El orreo en el jardín.

Muy guapo para tardear al fresco.

El que parece el encargado deberia ir a un curso de empatia con el cliente

En la zona de Viesques, cerca del campus, de la Universidad Laboral y el Jardín Botánico, un lugar para comer al aire libre bajo un árbol una comida sencilla y rica.

Muy buen sitio para disfrutar de la sabrosa Gastronomía Asturiana

Personal inmejorable. Entorno perfecto. Solo falta alguna cosa en la carta como fruta de temporada para postre pero en general casi perfecto!

Excelente sitio aparte de tranquilo....te atienden súper rápido las camareras súper amables y atentas en todo momento....raciones razonables y bastante asequibles

Eramos cuatro. El sitio esta bastante bien. Tiene zonas de prao con mesas, unas cubiertas y otras no. Podria estar un poco mas cuidado todo en general, pero lo interesante es el sitio, grande y con muchas mesas y cerca de la ciudad. Nosotros nos sentamos en una mesa al lado del bar. Los camareros no son muy profesionales . Nos atendieron rapido. Pedimos una sidra y algo para picar. - Una tortilla para cuatro. Tamaño adecuado. No la recomiendo demasiado. La patata muy grande y poco ligado el conjunto. - Una ensalada mixta. Aceptable. - Una morcilla de matachana con pat. fritas. Bien sin mas. Bebidas: 2 de sidra, un cafe y dos chupitos. El servicio y tempo platos correcto. Ambiente veraniego y agradable noche. Salimos a 14,50e/pax. buena relacion sitio/precio.

Sito en: Avenida del Jardín Botánico 895, Gijón. Cierra los lunes por descanso. Uno, se siente como en casa. Para mí es el mejor merendero de Gijón, sobre todo por la amabilidad de quienes los regentan, resultando muy campechanos. Los camareros no sirven a las mesas, tienes que ir a la barra y hacer el pedido... Si te encuentras en las mesas cercanas al bar te lo traen ellos pero si te hayas en el prau, nunca poner la mesa tú de ir a recoger la comanda. Aunque quizás eso es lo que te haga sentir como en casa... Las raciones son abundantes y la sidra está muy buena. Las patatas se nota que son de la huerta. Tiene un hórreo en el medio, que provoca no olvidarte que estás en Asturias.