Merendero El Parador en Moguer

Yo he ido a la playa Parador de Mazagón, no al Parador. Esta playa es de las más bonitas de Andalucía, pero la he visto bastante sucia hoy. El civismo es poco o inexistente.

Entorno envidiable, a mejorar el servicio profesional de cafetería que no corresponde al hotel. Comida normal, tardan en servir, mala limpieza de las mesas a ojos de los clientes.

Excelente el Parador de Mazagón, tanto en Instalaciones, gastronomía y Ubicación, así como el trato exquisito del personal. Para repetir muchas veces.

Tranquilo Y silencioso, una ubicación estupenda. Todo correcto, a excepción del servicio El personal es un tanto hosco y desconfiado a excepción del de limpieza El camarero de la cafetería con chascarrillo continuo y de broma fácil, un tanto insolente La encargada del restaurante, con poca formación y nada amable La cocina no está a la altura de otros paradores El desayuno excelente

Super bien tanto el personal, como las instalaciones que en algunos comentarios leí que eran antiguas pero simplemente persisten adecuadas al entorno y están perfectamente cuidadas. En cuanto a la parte de la piscina con vistas al mar es preciosa, la comida increíble y el trato estupendo. Lo único malo la cantidad de escaleras para bajar a la piscina pero ya con la tranquilidad de la piscina y entorno merece la pena.

Una Experiencia Decepcionante y un Servicio en Declive Es una lástima tener que hacer esta reseña, pero sinceramente he notado un gran deterioro en el trato al cliente y la calidad del servicio. Desde el primer momento de llegada, el servicio de recepción pareció molesto por nuestra pronta llegada. El chico de recepción nos mencionó en varias ocasiones que era "muy pronto". Para nosotros no era un problema, y así lo hicimos saber; entendemos que las habitaciones no estén disponibles antes, pero si nuestro horario de llegada (ya que venimos de lejos) es ese, es ese y no hay más que hablar. Nunca en la vida el llegar pronto a un hotel ha supuesto un inconveniente, ni en este ni en ningún otro hotel en el que hemos estado. Sin embargo, parece que este año sí lo es, y cuando dejamos las maletas y quisimos usar las instalaciones tales como el gimnasio, nos volvieron a repetir "es que el check-in no es hasta más tarde". Que pésima respuesta para un hotel de 4 estrellas. Si no podemos hacer uso de las instalaciones por llegar pronto habrá que cambiar la categoría del establecimiento digo yo. Esto fue lo que me pareció mas decepcionante. A partir de ahí pequeños detalles como: el hecho de cobrar cuando pides una plancha cuando antiguamente te la hacían llegar a la habitación y podías planchar sin coste alguno, la bajísima calidad de los productos en el desayuno y el hecho de que un sábado en Junio ( temporada alta en un hotel de playa) se pongan a podar, cortar el cesped y poner las sombrillas con entre 4/5 personas podando, 1 chico cortando el cesped, las sombrillas tiradas por el suelo por todo el jardín, el suelo de la piscina repleto de hierva cortada...Sinceramente el ruido imposibilitaba el estar tranquilo disfrutando de las hamacas de la piscina lo cual era un evidente problema para todos los clientes que allí estaban porque se veía en sus caras. En serio de todos los días que podíais hacer esto ¿ elegís un sábado 14 de junio? Si no has podido podar, cortar césped y poner las sombrillas hasta el 14 de junio lo cual ya denota que vas con retraso, no elijas un sábado por la mañana para hacerlo, elije un lunes que probablemente el hotel no esté completo. Es un cúmulo de malas decisiones y sobre todo malas actitudes y sinceramente nada tiene que ver con lo que este parador era antes.

Un lugar muy bonito, tranquilo, una pena que el mar estaba un poco picado, pero tiene una piscina maravillosa y unos jardines muy bonitos

Mi parador predilecto por ubicación, oferta gastronómica y atención del personal . Nos alojamos en la habitación 7 con vistas estupendas y acceso directo a la piscina. Agradecer a Martin el trato dispensado. Un 10 sobre 10. Pronto volveré.

Se trata de una construcción antigua que necesita algunas mejoras. Buenas vistas desde el jardín ya que está en lo alto. Una escalera de madera de 177 escalones te conducen a una playa infinita. La comida está bien y abundante, sería interesante variar el menú con frecuencia. Curiosamente la cafetería ofrece mas variedad que el restaurante. Lamentablemente no ofrecen información turística de las zonas cercanas como Doñana, principal motivo del viaje. Las carreteras de alrededores en bastante mal estado, evidentemente no es culpa del parador.

Muy bien todo, tiene algo de especial las habitaciones originales de los 70. Muy cuidado y servicio top. Lugar incomparable y muy exclusivo dentro del parque