09/12/2024: Restaurante íntimo, con comida de vanguardia, muy elaborada. Si buscas comer muchísimo quizás no es tu sitio.
La verdad es que fui hace tres años y lo recordaba con mucho cariño.
Sin embargo, tengo que decir que me decepcionó un poco.
Lo veo caro para la calidad de comida. Cuando fui hace tres años me encantó, porque quizás no había tantos sitios como este, pero hoy en día es cierto que los encuentras cada vez más. Y esto te permite comparar.
Nos gustó todo mucho, y sería injusto decir lo contrario, pero es verdad que en un sitio así y con estos precios te vuelves más exigente. Y esto es lo que nos pasó con la carne que pedimos. Nosotros somos muy consumidores de carne y nos encanta poco hecha. Pues bien, pedimos una carne que es bastante cara y cual fue nuestra sorpresa cuando vino al ver el tamaño y que estaba bañada el líquido (cosa que no es muy buena señal). Además, estaba poco sabrosa. En definitiva, no nos gustó y nos sentimos estafados.
Lo demás estuvo riquísimo. La marinera y los raviolis. Los saquitos tampoco merecen mucho la pena.
Nos gustaría volver y darle otra oportunidad, ya que le guardo gran cariño a este sitio.
05/12/2024: La maquinaría está engrasada. La carta, que podría perecer extensa para la cocina que la fondo del restaurante, medida y ejecutada como si de un ritual que hay que mantener. Platos de precio ajustado pensados, en general, para compartir.
Croqueta de jamón, que sin ser magnífica está rica, aunque de tamaño algo reducido. Parece que a moda de los precios correctos tiende a medidas reducidas.
El trampantojo de tomate, bajo una idea de Dani García, está falto de color. Y en su interior, una mousse de foie gras poco sabroso esconde un queso azul de sabor poderoso. Apenas se trabajara un poco más la mousse y el queso quedaría un entrante más gustoso. Bien la idea de una cebolla crujiente para darle sentido a la crema
Los canelones de gallina y bechamel de curry están ricos. Aroma y sabor. Una vuelta al clásico con elegancia.
Magnífica la carrillera. Melosa, bien napada, con salsa reducida que invita a rebañar el plato.
El postre de pistacho y bizcocho de queso queda algo pesado por el dulzor de la crema.
Cocina sabrosa.
Carta de vinos corta donde hay algunas botellas que alegran. Precio correcto, pero copas que ayudan poco a que los vinos puedan expresar todo su ser.
Tanto el blanco, un Cote du Rhone de Perrin, como el tinto, el sabroso Casa Qumada de Viña Elena merecerían cristal más fino, mayor amplitud de copa para poder alargar sus aromas. Una pena que detalles asi no sean tan cuidados como la vajilla que la casa pone a disposición de la parte salada y dulce.
Un parón demasiado largo antes de la carne hizo que el ritmo de la cena quedara tocado. A veces un sólo cocinero se las ve y desea para poder mantener el ritmo adecuado.
Local interesante que bien merece una visita.